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MOSCÚ

Damasco dice que respetará dos días la nueva tregua pactada por EEUU y Rusia

EEUU y Rusia acordaron la extensión a Alepo del agonizante alto el fuego en la guerra siria. Pero los combates no solo no disminuyeron sino que se agravaron en las últimas horas. El Ejército sirio señaló que respetaría «un régimen de calma» durante 48 horas.

Estados Unidos y Rusia llegaron finalmente a un acuerdo para que el alto el fuego que teóricamente está en vigor en Siria se extienda también a la zona de Alepo, donde se han recrudecido los enfrentamientos en las últimas dos semanas. El Departamento de Estado de EEUU explicó en un comunicado que los representantes de Washington y Moscú pactaron a última hora de ayer una ampliación del cese de hostilidades para incluir la ciudad de Alepo y las zonas aledañas.

Aseguró que dicho acuerdo ya había entrado en vigor –a las 00.01 del miércoles, hora de Damasco– y había facilitado un «descenso generalizado de la violencia», aunque reconocía la existencia de enfrentamientos en algunas zonas

El Departamento de Estado instó además al Gobierno ruso a presionar al régimen de Bashar al Assad, mientras que Washington se comprometió a «hacer su parte» en el caso de la oposición. «Nuestro objetivo sigue siendo un único alto el fuego a nivel nacional, no treguas locales», insistió.

«Los ataques dirigidos contra la población civil siria no pueden justificarse y deben terminar inmediatamente», advirtió el Ejecutivo estadounidense.

Durante 48 horas

Poco después de conocerse el acuerdo, las Fuerzas Armadas sirias se comprometieron a aplicar un «régimen de calma» en Alepo durante 48 horas y a partir de la 1.00 (hora local) del jueves. En su comunicado no dieron más detalles sobre la decisión.

El portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, indicó que no existen plazos o un «marco de tiempo» durante el cual se deba respetar un cese de los combates y bombardeos.

Los enfrentamientos en Alepo se habían agravado el martes, cuando una coalición de grupos rebeldes (La conquista de Alepo) lanzó una ofensiva sobre los barrios controlados por el Gobierno, atacando zonas residenciales e incluso hospitales. Los combates, más violentos en el último año, a la vez que los bombardeos aéreos, continuaron ayer en los barrios occidentales y provocaron decenas de muertos, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La coalición insurgente volvió a unir a varios grupos islamistas opositores con los yihadistas del Frente al Nosra (Al Qaeda). Precisamente, el portavoz militar ruso Igor Konashenkov aseguró que la presencia de Al Nosra –excluido del alto el fuego– había impedido aplicar el cese de hostilidades. A su vez, las fuerzas kurdas denunciaron que, mientras Washington anunciaba el acuerdo, los rebeldes seguían atacaron indiscriminadamente el barrio de Sheiq Maqshoud.

Ataques del Ejército

Por su parte, la aviación del Ejército sirio volvió a bombardear ayer el este de Damasco, al expirar la tregua parcial, y llevó a cabo al menos 22 ataques contra Ghouta oriental, a la vez que volvían los combates a Deir al-Assafir, una localidad donde el martes ya murieron 33 vecinos.

Médicos piden más protección internacional

La ONG siria Unión de Organizaciones de Asistencia Médica y de Socorro pidió mayor presión internacional para que acaben los ataques a las instalaciones médicas en el país. «Tiene que haber una solución impulsada por el señor Kerry que ponga presión en el Gobierno ruso para que se haga algo sobre esta cuestión fundamental que es la asistencia humanitaria», dijo el director de la UOSSM, Tawfik Chamaa, que también denunció el bloqueo de la ayuda humanitaria que sufren muchas zonas del país. En los últimos días se han multiplicado los ataques a instalaciones médicas y personal sanitario por parte de ambos bandos. Para la ONU, Alepo corre el riesgo de convertirse en una ciudad asediada al no poder llevar ayuda. «Es una catástrofe. Los médicos son asesinados mientras la población se desangra», dijo el presidente del grupo para ayuda humanitaria, Jan Egeland. Los Misioneros Salesianos denuncian que Alepo se ha convertido en una «ciudad moribunda» que está viviendo los peores días en cinco años de guerra. GARA