El Parlamento navarro tiene una larga historia de declaraciones insólitas, como aquella de hace una década en contra de que algún partido abertzale llegara al Gobierno foral. Ayer se escribió otro capítulo con el debate de una propuesta del PP para rechazar la reciente recepción a Arnaldo Otegi en una institución análoga, el Parlament de Catalunya.

La iniciativa no salió adelante, como estaba cantado, dado que votaron en contra las cuatro fuerzas del cambio: Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E. Sin embargo, resultó llamativo que el PP atrajera a su posición no solo a UPN, sino incluso al PSN, contrariamente al respeto ante la visita que mantuvo el PSC en Catalunya.

Para rizar más el rizo, entre medio Otegi también ha pasado por Nafarroa, con un acto este sábado en el frontón Labrit que reunió a unas 1.500 personas.

Ajeno a ello, y dentro de una campaña de ámbito estatal, el PP puso el foco en el Parlament. Pedía reprochar que se recibiera «con honores» a un dirigente político que «ha pertenecido a una organización terrorista» y «no ha pedido perdón a las víctimas de la barbarie terrorista de ETA por los casi 1.000 atentados cometidos».

Ana Beltrán (PP) lo tildó de «falta de respeto a las víctimas» de ETA. Javier Esparza (UPN) añadió que la acogida a Otegi hecha por la presidenta Carme Forcadell supuso «un sinsentido, el mundo al revés». Y María Chivite usó un tono similar al afirmar que «resulta muy duro» ver a Otegi «pasearse por las instituciones como un hombre de paz» y «ser vitoreado» allí.

Esta afirmación contrasta con la de Meritxell Batet, cabeza de lista del PSC al Congreso y uno de los más firmes apoyos de Pedro Sánchez dentro del PSOE, que afirmó que la visita no le parecía «ni bien ni mal» y renunció a hacer «un juicio moral» sobre Otegi, «un señor que ha cumplido su condena». La portavoz del partido en el Parlament, Eva Granados, explicó por su parte que no se reunían con Otegi para no contribuir a «su tour electoral ni su ‘mandelización’», pero en tono de crítica política respetuosa.

Araiz: «Insultante»

La mayoría parlamentaria navarra mostró cierta estupefacción ante la iniciativa del PP, remarcando que solo al Parlament le correspondería debatir sobre su propia actuación. Adolfo Araiz (EH Bildu) la tildó de «insultante en algunas cuestiones» y recordó que Otegi «ha trabajado activamente por traer la paz a este pueblo».

Koldo Martínez (Geroa Bai) situó esta campaña en un contexto electoralista en que «todo el mundo está usando todo lo que tiene a su alcance para hacer campaña electoral». Y Marisa de Simón (I-E) apostilló que «Otegi ha pagado por los delitos que ha cometido y no tiene ningún sentido referirse a ellos».