Jon ORMAZABAL
Pelota

Iker Irribarria quiere apuntarse al club de los campeones precoces

Si logra la txapela el domingo, el de Arama sucederá a Rubén Beloki como campeón más joven de la historia con 19 años y 329 días, entrando en una lista de ilustres deportistas exitosos antes de cumplir la veintena como Pelé, Nadia Comaneci o Marc Márquez

«A Iker Irribarria se le veían maneras para ser campeón, lo que quizá sorprenda más es que haya sido capaz de llegar a la final tan rápido», reconocía, en estas mismas páginas Mikel Urrutikoetxea al ser preguntado por la eclosión del delantero de Aspe. Y es que, en caso de conseguir llegar a 22 el domingo, el pelotari de Arama se convertirá en el campeón manomanista más joven –19 años y 329 días– de la historia de este deporte. Superaría de esta manera a Rubén Beloki, que se caló la primera de sus cuatro txapelas con 20 años y 285 días. Eso sí, el látigo de Burlata ya había mostrado maneras 3 años antes, al colgarse el oro individual de Barcelona 92, donde la pelota fue deporte de exhibición.

Sin embargo, su aclimatación al profesionalismo fue algo más pausada, ya que necesitó tres años para calarse la txapela de primera, tras haberse hecho con la de segunda en el año de su debut. El de Arama debutó en este torneo de Promoción al mes y medio de debutar y alcanzó la final, donde no pudo superar a Víctor, ante el que cayó por 22-17 en Tolosa. Este año fue reclutado por Aspe para el campeonato de primera, con el consabido resultado de su clasi- ficación para la final, con un impacto solo comparable al de Martínez de Irujo en 2004, cuando se proclamó campeón en su primera participación y con aquel memorable 22-1 ante Olaizola II en el Ogeta, dentro de la liguilla de semifinales.

Pero la precocidad del delantero goierritarra no es una peculiaridad de un deporte tan localizado como el muestro y las vísperas de esta final nos propician el argumento perfecto para indagar en la galería de talentos precoces dentro de deportes a escala mundial, que los hay, muchos y muy conocidos.

Las más precoces, chicas

Eso sí, si decidimos poner el énfasis en lo temprano de sus extraordinarias victorias, deberemos buscar en el deporte femenino. Ahí nos encontramos con Marjorie Gestring, la atleta más joven en hacerse con un oro olímpico. Lo consiguió siendo aún una niña, con solo 13 años y 268 días, al imponerse en la prueba de tres metros en salto de trampolín.

La suspensión de los Juegos de 1940 debido a la Segunda Guerra Mundial frenó su trayectoria internacional, ya que siguió obteniendo los títulos estadounidenses del 38, 39 y 40. Intentó un regreso olímpico en Londres 1948, pero no pasó el corte, siendo cuarta en los trials estadounidenses.

Sin embargo, la «niña» oficial de los Juegos, quizá por eso de la televisión, siempre será la gimnasta rumana Nadia Comaneci. Para la historia quedó su ejercicio de 10 en barras, el primero en la historia de unos Juegos, el 18 de julio de 1976 en el Fórum de Montreal. Con apenas 14 años, Comaneci deleitó a los aficionados con sus grandes giros, incluso creó cierta confusión cuando, terminada su rutina, el tablero de puntuación marcaba 1.00. Resulta que hasta entonces era imposible poner un 10 como calificación, la puntuación más alta era de 9.95 pero tras dialogar entre ellos, los jueces decidieron que el ejercicio había sido perfecto y merecía el 10.

Pero no hace falta echarse tan atrás en la hemeroteca para dar con otro talento precoz, otra vez femenino, en la historia contemporánea de los Juegos. En los últimos, los de Londres, la nadadora lituana Ruta Meilutyte se hizo con la medalla de oro en la prueba de los 100 metros braza con solo 15 años, superando a la favorita Soni. A partir de ahí, suyos son los records mundiales de 50 y 100 braza.

Pero más allá del programa olímpico también hay ejemplos de talentos prematuros que maravillaron al mundo en plena pubertad. En el planeta fútbol, este honor recae, sin discusión alguna, en uno de sus mayores mitos. Con solo 17 años y 237 días, Edson Arantes do Nascimento, Pelé para la historia del balompié, hizo dos de los cinco goles que Brasil le hizo a la anfitriona en la final del Mundial de Suecia 1958.

Pasándonos al baloncesto, Ricky Rubio es una referencia ineludible en esto de la precocidad. Debutó en la ACB con el Joventut cuando solo contaba con 14 años y con solo tres más se convirtió en el más joven en ganar una medalla de baloncesto olímpico, lo hizo en Pekín 2008, donde España puso en apuros a Estados Unidos. Ya en las filas del Barcelona, pasó a ser el más precoz en hacerse con una Euroliga con 19 años y enseguida pasó a la NBA. Sin muchos minutos aquella temporada, el serbio Darko Milicic puede presumir de ser el jugador más joven en hacerse con un anillo de la NBA, con los Detroit Pistons en 2004, justo cuando había cumplido la mayoría de edad.

Como contrapunto, el ídolo de infancia de Iker Irribarria, el base Pablo Prigioni, se convirtió en 2012 en el rookie más veterano de la liga estadounidense, al dar el salto y fichar por los New York Knicks con 35 años, una noticia que, como él mismo recordaba en estas páginas, no le hizo ninguna gracia como Baskonista.

Aunque pudiera parecer lo contrario, también en deportes de resistencia, como pudiera ser el ciclismo, hay hueco para campeones precoces. El francés Henri Cornet se hizo, con 19 años, 11 meses y 20 días, con la segunda edición del Tour, siendo el corredor más joven que lo ha conseguido nunca. Dos años después ganó la París-Roubaix. Tampoco nadie ha mejorado su marca en Giro o Vuelta.

En tenis, el estadounidense Michael Chang fue el tenista más joven en hacerse con un Grand Slam, el Roland Garros de 1989, con 17 años y 110 días. Rafa Nadal, por su parte, fue el más precoz en hacerse con la Copa Davis, al ganar la de 2004, con 18 años y 187 días.

En deportes de motor, Max Verstappen cerró el círculo en el pasado Gran Premio de España. Había sido el más joven en ser podio, el más joven en competir en este deporte y desde la carrera de Montmeló es también el que antes ganó un Gran Premio, con 18 años, 7 meses y 15 días. Marc Márquez es el campeón Moto GP más joven con poco más de 20 años.

La lista es amplia y esperanzadora para Irribarria, pero ahora le toca confirmar si ¿es más fácil llegar o mantenerse?