GARA
TRÍPOLI

El Gobierno «unido» libio pierde tres puertos petroleros

El llamado «Gobierno de Unidad» de Libia, apoyado por la ONU, perdió ayer el control de un tercer terminal petrolero, mostrándose incapaz de parar la ofensiva lanzada por las autoridades rivales, radicadas en el este. Este Ejecutivo, ubicado en Trípoli, ha fracasado así en defender los principales puertos que permiten al país exportar petróleo.

Este revés corre el riesgo de debilitar al Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN, el que cuenta con el apoyo de Naciones Unidas), cuando sus fuerzas luchan para recuperar la ciudad de Sirte, en manos del Estado Islámico (ISIS), una batalla que se eterniza desde hace cuatro meses. Los tres puertos de la Media Luna petrolera, ubicada a lo largo del litoral nordeste, fueron conquistados por las fuerzas leales al general Hiftar, líder del ejército afín al Gobierno no reconocido internacionalmente y cuya base está en Al Baida.

Tras menos de dos días de combates, estas fuerzas anunciaron ayer que se apoderaron del puerto de Zueitina y lograron «asegurarlo por completo», según señaló a la agencia AFP Mohamed al Azumi, portavoz de una brigada que participó en la operación. El domingo ya se habían apoderado de los terminales de Al Sedra y Ras Lanuf, los más importantes del país. Estos sitios estaban bajo control de los Guardianes de Instalaciones Petroleras (GNI), una milicia del este que había declarado su lealtad al GAN.

«El gobierno de unidad esperaba la victoria sobre los terroristas en Sirte para asentar su poder. Pero Hiftar ha sido más listo. Ahora está en una posición de fuerza» de cara a una eventual negociación, explicaba a la agencia española Efe el ex diputado Naser Seklani.

Esta batalla por el control de la Media Luna petrolera es la primera que opone a dichos bandos, desde que el GAN se instalara en Trípoli en marzo. Desde entonces, el GAN trata a duras penas de consolidar su autoridad en el conjunto del país, sumido en el caos desde la caída del régimen del coronel Muamar el Gadafi, en 2011.

«El fracaso del GAN en afirmarse como representante legítimo del pueblo demuestra su incapacidad para sumar las fuerzas militares suficientes para garantizar la seguridad de las ciudades, los ciudadanos y sus intereses económicos», afirma Michael Nayebi-Oskoui, especialista en estrategia geopolítica radicado en EEUU. El GAN había condenado el domingo por la noche la ofensiva de las tropas de Hiftar, calificándola de «agresión flagrante contra bienes del pueblo libio» y «contraria al proceso de reconciliación» iniciado en los últimos meses.

El jefe del Gobierno rival, Abdallah al Zeni, anunció que «trabaja para que los terminales reanuden la actividad en los más breves plazos, para asegurar a los libios una vida digna».

Caída de las extracciones

Aunque Libia dispone de las mayores reservas petrolíferas de África –unos 48.000 millones de barriles–, paradójicamente es uno de los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que menos extrae.

Entre 2010 y 2016, su producción de crudo quedó dividida por cinco, pasando de 1,5 millones a 300.000 barriles por día. Y sus ingresos han caído a unos 4.000 millones de dólares esperados para 2016, diez veces menos que en 2010.

El caos reinante en Libia y su incapacidad para salir de la crisis inquieta profundamente a los estados europeos, por la proliferación de grupos yihadistas debida al vacío de poder, así como por el creciente flujo de migrantes, casi todos procedentes de África subsahariana, que llegan a Europa procedentes de sus costas.