GARA
charlotte

Estado de emergencia en Charlotte, donde se endurecen las protestas

El gobernador de Carolina del Norte declaró el estado de emergencia en la ciudad de Charlotte, donde ordenó el despliegue de la Guardia Nacional para apoyar a la Policía. Ayer se volvieron a repetir las protestas por la muerte de un hombre negro tiroteado por la policía. Al menos hubo 44 personas detenidas y nueve heridas.

El gobernador de Carolina del Norte declaró ayer el estado de emergencia en Charlotte, tras la segunda noche de protestas y enfrentamientos en la ciudad, desatados tras la muerte de un hombre negro a manos de la policía. «He declarado el estado de emergencia e iniciado esfuerzos para desplegar la Guardia Nacional y la Patrulla de Caminos para asistir a la policía local en Charlotte», anunció el gobernador Pat McCrory.

«No podemos tolerar la violencia. No podemos tolerar la destrucción de propiedades y no toleraremos los ataques contra nuestros policías que se producen en este momento», declaró el gobernador en la cadena CNN. Ayer volvieron a producirse protestas contra la violencia policial, en las que hubo nueve heridos y 44 detenidos. Los agentes utilizaron gas lacrimógeno, balas de goma y granadas aturdidoras para dispersar a los manifestantes.

Herido en estado crítico

Entre los heridos, un hombre se encontraba bajo asistencia respiratoria, en estado crítico, tras haber recibido un disparo de un policía, pese a que las autoridades afirmaron en un principio que se trató de un «enfrentamiento entre civiles».

La manifestación organizada contra los abusos policiales se desbordó con centenares de manifestantes que empezaron a romper ventanales y lanzar piedras y botellas contra las fuerzas de seguridad.

Denunciaban que Keith Lamont Scott, un hombre negro de 43 años, abatido el martes por disparos de la Policía, fue víctima de un abuso policial, frente a la versión oficial que sostiene que Scott fue abatido porque se negaba a bajar su arma de fuego. Los familiares de Scott afirman que el fallecido solo tenía un libro en su mano. Lo del arma «es una mentira», aseguró a la AFP Taheshia Williams, vecina del barrio. «Le quitaron el libro y lo reemplazaron con un arma. Ese hombre esperaba sentado aquí todos los días a que su hijo saliera del autobus», añadió.

«Puedo asegurarles que se incautó un arma. También puedo asegurarles que no encontramos el libro al que se ha hecho referencia», insistió el jefe de policía de Charlotte, Kerr Putney, si bien admitió que «en los videos que he observado no puedo ver todo lo que ocurrió en su totalidad».

La muerte de Scott, en un contexto de hechos similares en otras ciudades estadounidenses, ya provocó manifestaciones en la noche del martes.

Las tensiones raciales se han reavivado en EEUU por una sucesión de abusos de la Policía que terminaron con la muerte de hombres negros. El pasado viernes una policía mató a un hombre desarmado en Tulsa, un episodio que quedó grabado.

«Keith Lamont Scott. Terence Crutcher. Muchos otros. Esto tiene que acabar», tuiteó la demócrata Hillary Clinton. El republicano Donald Trump opinó que «las drogas juegan un gran papel en lo que vemos esta noche en televisión», y se mostró a favor de la polémica práctica policial conocida como «detención y registro».

Los miembros del Caucus Negro del Congreso marcharon ayer desde el Capitolio a la sede del Departamento de Justicia para protestar contra estas muertes de afroamericanos a manos de la Policía, y entregaron una carta para la fiscal general, Loretta Lynch, urgiendo a aumentar la responsabilidad policial.