GARA
GINEBRA

Los suizos apoyan en las urnas que el servicio de inteligencia les espíe más

Los suizos aprobaron incrementar la capacidad de los servicios de inteligencia para espiar a los ciudadanos, con el fin de reforzar la «lucha contra el terrorismo», y rechazaron prohibir que el país consuma más de lo que permiten los recursos naturales del planeta.

La iniciativa para incrementar la capacidad de los servicios de inteligencia del país para espiar a los ciudadanos contó con el respaldo del 66,5% de los votos y de todos los cantones (estados federados) suizos, lo que muestra un amplio apoyo de la ciudadanía a una propuesta que había sido aprobada ya por el Parlamento. No obstante, un grupo de ciudadanos que se oponían a la nueva ley consiguió recolectar suficientes firmas para poder convocar este referéndum para que la población diese su opinión.

De forma rotunda, los helvéticos respaldaron ayer la intención de su Gobierno de permitir un mayor espionaje a cambio de una mayor seguridad. Concretamente, autorizaron al Servicio de Inteligencia de la Confederación controlar las comunicaciones (pinchar teléfonos y espiar correos electrónicos), colocar cámaras o micrófonos y vigilar intensamente lugares específicos, siempre con autorización previa doble. Estos procesos de vigilancia intensiva deberán ser refrendados por una autoridad judicial y por responsables del Departamento (ministerio) de Defensa y de Justicia.

Según explicó el Gobierno conservador suizo, las medidas más intrusivas afectarán a una docena de personas por año, sospechosas de terrorismo, espionaje, suministro de armas, pertenencia a banda armada o ataques contra infraestructuras. Esta vigilancia estricta tendrá que aplicarse siempre y cuando haya amenazas concretas y no de forma generalizada, según sostienen sus promotores.

Tras conocer el resultado, la campaña contra la iniciativa –formada por el Partido Socialista y el Partido Verde y una serie de entidades y asociaciones– lamentó el hecho de que a su entender «el miedo» haya ganado.

Raymond Clottu, diputado del partido ultraderechista UDC, se congratuló de la decisión ciudadana y dijo que la aceptación de la ley era «lo mínimo» que había que hacer para «modernizar» la norma existente.

En el referéndum de ayer, los helvéticos también rechazaron con el 63,6% de los votos una iniciativa que pretendía prohibir que los suizos consuman más de lo que permiten los recursos naturales del planeta. El plan, presentado por el partido Verde, exigía que Suiza redujese su «huella ecológica» considerablemente, lo que hubiera obligado a fijar objetivos muy exigentes para la industria. Sólo el cantón de Ginebra la ha apoyado con el 51,9%. El resto de cantones optaron por compartir la tesis del Gobierno, que dice que la iniciativa era demasiado radical y exigía compromisos muy exigentes en muy poco tiempo.