Quizás no sea un consuelo, pero sí un dato para dar cierto margen a la esperanza. En la historia deportiva rojilla en Primera ha habido comienzos ligueros parecidos, e incluso peores, a los que ha conseguido sobreponerse el equipo. No es la primera vez que transcurrren seis jornadas sin que Osasuna haya conseguido subir una victoria a su casillero.

Sin ir más lejos, en la temporada 2008-09, a la escuadra navarra le costó ni más ni menos que doce partidos alcanzar su primer triunfo en el torneo de la regularidad, tras un inicio de campeonato bastante convulso en el banquillo. La ansiada victoria se produjo en El Sadar frente al Almería (3-1), tras remontar el cuadro local con goles de Pandiani, Pellerano en propia puerta y Vadocz.

Semejante lastre no fue suficiente hándicap como para que el conjunto navarro no consiguiese la salvación, que se produjo de manera agónica en la última jornada ante el Real Madrid en El Sadar, tras darle la vuelta al 0-1 conseguido por Higuaín con las dianas de Plasil y Juanfran. Fue la campaña de la llegada de Camacho, tras ser destituido Ziganda en la sexta jornada.

Aunque de peor recuerdo, otro precedente de mal inicio liguero fue la 1993-94, en la que Osasuna acabaría descendiendo. Osasuna solo consiguió un empate frente a cinco derrotas en las seis primeras jornadas disputadas. El primer triunfo llegó en la séptima –la que se jugará este próximo sábado– cuando los rojillos vencieron a domicilio al Athletic (1-2). Bustingorri y Martín Domínguez fueron los goleadores en uno de los últimos encuentros de Pedro Mari Zabal- za como técnico osasunista, que sería sustituido por Enrique Martín en la jornada decimoséptima.

Por último, otro caso bastante similar a la situación que ahora vive el vestuario rojillo se produjo en la 1986-87, la segunda de Brzic al frente del equipo. El cómputo de puntos en las seis primeras jornadas era mejor que el actual, ya que se habían empatado cinco partido y perdido uno. De nuevo, la victoria llegó a la séptima, lo que no deja de ser un buen augurio de cara a que la historia se repita. También fue en casa ante el Real Madrid, gracias a un solitario gol del ya citado Bustingorri. No obstante, el técnico serbio fue destituido en la undécima jornada y reemplazado por Zabalza.