Jaime Ponce compareció ayer por primera vez como presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ante la Comisión de Energía del Congreso español desde que el Gobierno del PP en funciones haya empezado a estudiar formalmente la posibilidad de que Bankia absorba Banco Mare Nostrum (BMN).

Durante su exposición indicó que en la actualidad la cantidad recuperada de los 58.966 millones de euros de ayudas públicas aportadas a los bancos desde 2009 se cifra en 4.837 millones, un 8,2%, por la amortización y los intereses, y, tras desgranar una serie de partidas que podrían recuperarse en un plazo medio, subrayó que «sería imprudente decir cuánto dinero se va a recuperar», apuntando a la «actual volatilidad de los mercados». Citó, así, que la caída en el valor en Bolsa de Bankia, hasta cerca de 8.700 millones.

Abundó en esta idea al indicar en que entrar en estimaciones sobre la «recuperabilidad» de los 58.996 millones totales es «terreno complejo». Señaló, en este contexto, que hay que tener en cuenta los importes que progresivamente se van recuperando y las operaciones futuras que pueden provocar un incremento o una disminución de la cifra global. A la hora de cuantificar el coste final del rescate, la venta de las participaciones públicas de BFA-Bankia y BMN tendrán un peso importante.

Aseguró que estos bancos, tras las inyecciones de dinero recibidas en 2012 y en 2013, respectivamente, «han venido cumpliendo rigurosamente los requisitos de sus planes de reestructuración».

«Confianza restaurada»

A juicio de Ponce, y con la perspectiva del plazo transcurrido, los objetivos del rescate bancario «han sido razonablemente satisfechos», ya que «se ha estabilizado el sistema financiero» y se «ha protegido a los depositantes».

«Se ha restaurado la confianza que era indispensable para el correcto funcionamiento del sector financiero, lo que indudablemente ha contribuido positivamente en la evolución económica general», afirmó.