GARA
ALTSASU

Altsasu se echa a la calle para exigir que le dejen en paz y «que se vayan»

En contra de los montajes y haciendo frente a provocaciones, más de dos mil personas se manifestaron ayer a mediodía en Altsasu, una localidad que ha sido zarandeada de forma insólita en la última semana a cuenta de una trifulca en un bar. Los convocantes valoraron que lo ocurrido constituye «un ataque a todo un pueblo». Minutos antes de que comenzara la marcha varios miembros de Covite irrumpieron en la plaza acaparando focos y micrófonos.

Más de 2.000 persona se manifestaron ayer en Altsasu para rechazar el «montaje policial» que ha acompañado a los hechos del pasado fin de semana y que, recordaron, «ha dejado graves consecuencias», con dos personas detenidas y varias más identificadas. Bajo el lema “Muntai polizialik ez. Utzi pakean Altsasu”, los manifestantes recorrieron las calles de la localidad de la Sakana coreando lemas como «Alde hemendik, utzi pakean», «Herriak ez du barkatuko» o «Torturatzaileak kanpora».

La movilización, acompañada de un inusitado despliegue mediático, transcurrió sin incidentes, a pesar de la presencia de la Guardia Civil, uno de cuyos vehículos llegó a interponerse entre los momotxorroak que abrían la marcha y la pancarta. El principal momento de tensión se produjo con la aparición de la portavoz de Covite Consuelo Ordóñez junto a tres personas, portando carteles con el lema “Fuera odio”. Los convocantes habían advertido antes contra posibles provocaciones.

Al término de la manifestación se criticó el papel jugado por la mayoría de los medios de comunicación, que desde el primer momento dieron por buena una versión, la de los guardias civiles, una versión que según apostillaron se ha desmontado con la declaración de la pareja de uno de ellos ante la Policía Foral. «Son muchos los ejemplos de montaje en los que personas de este pueblo han sufrido demasiado», añadieron los convocantes, que criticaron el papel jugado por la Audiencia Nacional española y la «complacencia» del Gobierno navarro asumiendo la versión oficial. Opinaron que los hechos «no son un ataque a la juventud, sino un ataque a todo el pueblo».

Tampoco quisieron pasar por alto la acusación de agresión machista realizada a raíz de la trifulca. «Altsasu no tolera la más mínima agresión machista, ni que se utilice un tema tan serio por interés», zanjaron.