Al menos 30 civiles afganos, entre ellos mujeres y niños, fallecieron, según responsables afganos, en un bombardeo aéreo llevado a cabo por la OTAN en Kunduz, feudo de la insurrección afgana donde dos soldados estadounidenses resultaron muertos ayer. «Las fuerzas afganas y las tropas de la coalición condujeron una operación conjunta contra insurgentes talibanes. En el bombardeo murieron 30 civiles afganos y otros 25 resultaron heridos», indicó a AFP Mahmood Danish, portavoz del Ejecutivo de esta provincia del norte afgano.

Según el portavoz de la Policía, Mahmoodulá Akbari, entre las víctimas del bombardeo había niños de hasta tres meses de edad. «Estaban durmiendo cuando su casa fue atacada por la coalición», aseguró.

En un breve comunicado la OTAN reconoció haber cometido el bombardeo. «Se llevaron a cabo bombardeos en Kunduz para defender a fuerzas aliadas que estaban siendo atacadas. Todas las bajas civiles serán investigadas», se limitó a decir.

Decenas de familiares de las víctimas se congregaron frente a la oficina del gobernador, portando los cuerpos. «He perdido a siete miembros de mi familia. Quiero saber por qué estos niños han muerto. ¿Eran talibanes? No. Eran niños», exclamó uno de los allegados.