Fanny CARRIER
romA

Nigerianas, refugiadas y atadas a la prostitución a su llegada a Italia

Cada mes llegan cientos de mujeres nigerianas a Italia llenas de ilusiones, sin saber que muchas acabarán como esclavas sexuales a pesar de los esfuerzos que se realizan en los puertos por salvar a estas jóvenes de las garras de los traficantes de personas y de la prostitución, que se ha convertido en un todo un desafío.

En cada desembarco de refugiados y migrantes rescatados en la mar se sigue el mismo ritual: examen médico rápido, primera entrevista sobre la identidad, peluches para los niños y un experto de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) pendiente de las más jóvenes. Desde finales de los 80 llegan a Italia muchas nigerianas atraídas por la promesa de un empleo y una vida mejor en Europa, pero esclavas de una deuda colosal que deben reembolsar a los traficantes, acaban atadas a la prostitución.

En los últimos años, el tráfico se ha disparado: según datos de la OIM, 433 nigerianas llegaron a Italia en 2013; 1.454, en 2014; 5.653, en 2015 y 7.768 hasta el 30 de setiembre de este año. Eso sin contar, desde hace dos años, a las cientos de menores, de a veces solo 12 ó 14 años. «Entre el 70% y el 80% de ellas pueden verse forzadas a prostituirse» en Italia, los estados francés y español, Austria..., donde la demanda crece, dice Luca Pianese, experto de la OIM.

En los puertos, ellos intentan detectar señales entre las que llegan. Las víctimas de las redes suelen venir del estado de Edo, en el sur de Nigeria, con un nivel de formación muy bajo y dificultades para recordar el periplo... Llegan con un número de teléfono al que deben llamar, y a menudo las acompaña un miembro de la red. «Hay que separarlas de las hermanas falsas, de los maridos falsos», señala.

Entonces comienza la etapa más delicada. «Llegan llenas de esperanza, confían en un futuro mejor. Nuestro deber, por desgraciada, es romper este sueño» explicándoles lo que podría esperarles, los 10 ó 20 clientes diarios, a veces violentos, a cambio de sexo por menos de 20 euros...

También les dan una información muy valiosa: la legislación italiana garantiza un permiso de residencia y un acompañamiento a las víctimas de redes de prostitución, aunque no hayan sido todavía explotadas.

Apenas 300 mujeres aceptaron ayuda entre el año pasado y setiembre de 2016.

A sor Monica Chikwe, una religiosa nigeriana encargada de coordinar en Italia una red de hogares para estas víctimas, no le sorprende. En Nigeria «nadie dice la verdad» cuando le hablan de Europa, «las chicas no ven más que las luces», explica.

Muchas sufren abusos y violencia por el camino, sobre todo en Libia, pero el miedo se mezcla con cierto reconocimiento por los traficantes que, pese a todo, han cumplido su promesa de llevarlas a Europa.

Incluso las que dudan no se imaginan la violencia que les espera ni la deuda astronómica (con frecuencia de entre 20.000 y 50.000 euros) que se han comprometido a pagar.

«Son sumas muy superiores a las contraídas por los otros migrantes», explica a AFP Maurizio Scalia, vicefiscal de Palermo, que ha abierto investigaciones tras recibir denuncias.

Además, todas las víctimas se someten a ritos vudú a veces crueles antes de partir y temen sufrir calamidades o represalias contra sus familias si no reembolsan la deuda. La mayoría se calla hasta llegar al centro de acogida donde los traficantes vienen a buscarlas. Pero la OIM les pasa antes números de teléfono a los que poder llamar.

Bloqueado en casa, Orban mantiene su cruzada en Bruselas

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, admitió ayer su fracaso para incluir en la Constitución su oposición al plan europeo de cuotas para la distribución de refugiados y anunció que mantendrá su cruzada antiinmigrantes ante las instancias de la Unión Europea (UE).

«El escenario de la batalla está en Bruselas. En casa, hemos hecho todo lo que hemos podido. Nuestra conciencia está tranquila», señaló Orban en la radio pública, y se comprometió a «mantener en las próximas semanas y meses el combate para detener la inmigración».

Por lo tanto, parece renunciar a volver a presentar al Parlamento su propuesta de enmienda constitucional para oponerse al plan europeo de reparto de refugiados, rechazado el martes por los diputados húngaros. La mayoría del Fidesz de Orban –131 parlamentarios– no alcanzó por dos votos los dos tercios necesarios para aprobar este texto, con valor más simbólico que jurídico. Los 24 miembros del partido de extrema derecha Jobbik –aliado natural del Gobierno en su campaña contra los inmigrantes– boicotearon la votación, como los 38 miembros de las formaciones de izquierda.

Hace un año, Orban recurrió ante la Justicia europea el plan europeo de reparto entre los socios comunitarios de 160.000 solicitantes de asilo. Hungría se niega a acoger a los 2.300 refugiados que le corresponden.GARA