Los enfrentamientos entre los rebeldes hutíes y las fuerzas leales al presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, continuaron ayer en la ciudad de Taiz (sureste) a pesar de la entrada en vigor oficial poco antes de un alto el fuego de 48 horas. Según el relato de los testigos, los choques entre ambas facciones en las afueras de esa localidad, asediada por los hutíes, continuaban al menos media hora después del comienzo de la tregua a las 12.00 hora local Los hutíes bombardearon los barrios de Al Yamaliya, Tabat y Sala desde montañas situadas al este de la ciudad, indicaron los testigos.

Por su parte, el movimiento Ansaralah, como también se conoce a los hutíes, acusó a aviones de la coalición comandada por Arabia Saudí de lanzar ataques en la región de Midi, en el extremo noroccidental de Yemen, para apoyar un avance por tierra. También acusaron a la alianza árabe de lanzar nueve ataques en el municipio de Al Salu, en la provincia de Taiz.

El portavoz del Ejército hutí, el general Sharaf Lukman, insistió en el compromiso de sus fuerzas con el alto el fuego «siempre que la otra facción ponga fin totalmente a sus acciones militares».

Los rebeldes ya mostraron el jueves su apoyo al alto el fuego, que fue anunciado un día antes por el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, durante una gira por la región, aunque el presidente Hadi, exiliado en Riad, se resistió a adherirse, en un primer momento.

Según un comunicado publicado por la agencia oficial saudí, SPA, la tregua incluye la entrada de ayuda humanitaria a las zonas asediadas en Yemen. «especialmente a la ciudad de Taiz».