El análisis de los expedientes por parte de EH Bildu ha permitido descubrir que las irregularidades que se produjeron entre 2008 y 2010 en contratos por más de 2 millones de euros con subvenciones que otorgaron la Diputación y el Gobierno español para paliar los daños de las inundaciones van más allá de las certificaciones falsas, lo que puede suponer que la Abogacía del Estado se persone en el proceso abierto en el Juzgado de Instrucción nº 1 de Barakaldo. Los soberanistas han detectado que el Consistorio presentó para su subvención por parte del Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL) siete obras que ya se habían ejecutado, por valor de 255.207,32 euros, y que fueron pagadas de nuevo por el Ejecutivo español.

Se trata del proyecto de reparación del acceso a la iglesia, donde se facturó la colocación de una malla de protección del talud por 18.070 euros, ejecutada según la certificación del 21 de abril al 19 de junio de 2009 pero que la hizo la Diputación, tal y como se lo comunicó en noviembre de 2008. También se pidió apoyo económico para urbanizar la calle Loibe, tres de cuyos trabajos por importe de 142.948,3 euros fueron certificados inicialmente en agosto de 2008 a cargo de la construcción de la plaza Madinabeitia –se pagaron en diciembre de 2012–, aunque el Ayuntamiento informó al Ejecutivo español que había hecho las obras del 30 de abril al 15 de junio de 2009.

El otro fraude se detecta en la reforma de los servicios sociales del campo de fútbol de Basteita, con tres actuaciones presupuestadas por 94.189,02 euros. El importe de las casetas funcionales corresponde con los trabajos en otros habitáculos para el Arbuio que se certificaron en agosto de 2008 y fueron pagados 2012.

Otras siete intervenciones presupuestadas para el programa FEIL –que se comunica que se ejecutaron del 21 de abril al 21 de julio de 2009– fueron presentadas para la certificación de liquidación de las obras del campo, en julio de 2007.

Un perito alertó de un engaño

Además, se pide ayuda económica para la reparación de la malla del cierre del complejo deportivo de Basteita, que también había sido reclamado al Consorcio de Compensación de Seguros después de las riadas de 2008. Un perito de una ingeniería redactó en su informe que los daños que decía el Consistorio eran importantes no lo fueron como se había dicho.

También en Basteita, se solicitó subvención para reparar el drenaje y la conexión del saneamiento del campo de fútbol por los daños de las inundaciones cuando no existían al inaugurarse la instalación. Una arquitecta asesora lo había certificado en un informe, analizando las deficiencias de la infraestructura, que las duchas y los servicios no estaban conectados a la red de saneamiento, lo que hubo que corregir luego.