La portavoz de Podemos en las Juntas Generales de Araba, Arantza Abecia, anunció desde la tribuna de oradores la abstención de su grupo en la votación final del presupuesto de la Diputación. Pero solo tres miembros del grupo se abstuvieron. Los cuatro restantes votaron en contra. Otra procuradora se encuentra de baja, pero apoya a quienes rechazaron las cuentas y, por tanto, el mandato de la dirección de Podemos Euskadi.

La división en el grupo y en el partido se hizo patente en el panel de votaciones de las JJGG. Ahora solo queda que cada palo aguante su vela. La dirección llevará ante la Comisión de Garantías del partido lo que considera que es una infracción muy grave de los estatutos del partido que puede ser castigada con la expulsión. Los díscolos, entre tanto, aseguran contar con el apoyo de la mayoría de los círculos alaveses y estar dispuestos a afrontar las consecuencias de su decisión.

Entre tanto, la grieta de esta división ha salido de Araba. Los críticos han contado con el apoyo de la corriente Zurekin Ahal Dugu, sobre todo en Bizkaia. Veinte concejales y tres de los seis junteros de este territorio firmaron un texto de solidaridad con los díscolos alaveses y de dura crítica a la dirección de Podemos Euskadi y, sobre todo, al secretario de Organización, Lander Martínez. Entre los firmantes había también dos concejales guipuzcoanos y una juntera de este territorio. Pero, paradójicamente, solo firmó un edil alavés.

Incierto futuro del grupo

Daniel Trujillano, que ayer actuó como portavoz de los junteros críticos ante los medios, dijo no saber qué harán si son expulsados de Podemos y si optarán por formar un grupo propio. Según el reglamento, quienes se presentaron juntos a las elecciones no pueden dividirse en varios grupos.

Quizá se dé la paradoja de que sean las tres junteras oficialistas quienes acaben teniendo que irse al grupo mixto. En todo caso, la dirección de Podemos Euskadi tiene asumida la eventualidad de quedarse sin grupo en las JJGG de Araba, pero considera que de hecho ya no controlaba la actuación de la mayoría de sus miembros, y que la situación de crispación interna es de cualquier manera insostenible.

Aprobadas las cuentas forales alavesas con amplio apoyo y también las de Gipuzkoa

Coincidieron ayer la aprobación de los presupuestos forales de Araba y de Gipuzkoa. En el primer territorio, PNV y PSE, que no tienen mayoría absoluta, negociaron el apoyo de EH Bildu, como el año pasado, y lograron también la abstención de Podemos (aunque con disidencia interna) y el del juntero del grupo mixto expulsado de Ciudadanos. Votaron en contra el PP, Irabazi y los díscolos de Podemos. En Gipuzkoa, PNV y PSE consiguieron que el PP se abstuviera, mientras que EH Bildu y Podemos votaron en contra de las cuentas de Markel Olano.

Los presupuestos de la Diputación Foral de Alava ascienden a 473 millones de euros, un ocho por ciento más que los de este año. EH Bildu los ha apoyado por el cumplimiento de los acuerdos alcanzados en las cuentas anteriores y por los avances que, en su opinión, se dan en los de 2017 con compromisos en materia fiscal.

En el debate sorprendió que el PP recurriera en la justificación de su negativa a decir de que los presupuestos «olvidan de forma interesada» a las víctimas de ETA, por lo que acusó al PSE de mantener un «juego cómplice y vergonzante» con EH Bildu.

En Gipuzkoa, PNV y PSE cuentan con la mayoría absoluta para aprobar los presupuestos de 838 millones de euros, pero en este territorio sí obtuvieron la abstención del PP. El portavoz de EH Bildu en las Juntas, Xabier Olano, criticó a la coalición gobernante y lamentó que «han negociado estas cuentas forales con el PP, marginando las aportaciones de las fuerzas políticas que representan a la mitad de la población guipuzcoana».GARA