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Israel rechaza el discurso de Kerry y sigue ampliando sus colonias

A menos de un mes de concluir su mandato, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, defendió su abstención a la condena en la ONU de la colonización israelí de Palestina porque esta política «pone en peligro la solución de los dos estados» que, a su juicio, deben tener como capital Jerusalén. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó el discurso de «distorsionado» a la vez que se aprobaba otro proyecto de viviendas para judíos en Jerusalén Este.

Al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no le valió siquiera que el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, afirmara que los palestinos deben reconocer «un Estado judío» en un discurso en el que defendió la solución de «los dos estados», israelí y palestino, ambos con capital en Jerusalén, como «la única vía posible hacia la paz duradera». Netanyahu lo rechazó tachándolo de discurso «distorsionado».

Kerry fijó la posición del Gobierno de EEUU después de abstención en Naciones Unidas en la resolución de condena de la colonización israelí de Palestina, y advirtió de que la solución de los dos Estados se encuentra en gran peligro por la política de colonización. La abstención fue una medida inusual en el siempre aliado de Israel durante los años en que este ha convertido Palestina en un territorio de bantustanes y ha despojado a los palestinos de su libertad de movimientos.

Kerry aseguró que la resolución de la ONU tiene por objetivo «defender la solución de los dos estados» y cuestionó el compromiso del Gobierno israelí con ella, al mantener, dijo una «agenda impulsada por los elementos más extremistas».

Nuevo proyecto en Jerusalén

Netanyahu, que ya espera a la nueva Administración bajo la Presidencia de Donald Trump, criticó que Kerry tratara «de manera obsesiva las colonias» y apenas evocara lo que, a su juicio, es la raíz del problema, «la oposición palestina a un Estado judío». «No recibimos lecciones de dirigentes extranjeros», insistió, a pesar de que bajo el mandato de Obama EEUU ha batido el récord en la ayuda militar concedida a Israel y se ha disparado la construcción de asentamientos. De hecho, Israel mostró que no va a frenarla. A la vez que se cancelaban el debate sobre los proyectos de 618 viviendas en territorio ocupado de Jerusalén Este, supuestamente para evitar nuevos choques con la Administración de EEUU, la Alcaldía de Jerusalén aprobó ayer, casi a escondidas, la construcción de un edificio de cuatro plantas en el corazón del barrio palestino de Silwan.

El proyecto, que fue debatido en la Comisión de Planificación Urbanística, pertenece a la fundación de derechas Ateret Cohanim, que se dedica a adquirir edificios palestinos, o propiedades en situación de «abandono legal» para instalar allí a colonos judíos. Al mismo tiempo y en el mismo barrio, la Policía israelí demolió una construcción de una familia palestina, por no contar con permiso. Las autorizaciones de construcción rara vez se conceden a los palestinos y el número de estructuras demolidas en la mitad de 2016 llegaba ya a 1.569, más del doble de todo 2015 (757).

Por su parte, la miembro de la OLP Mustafa Barghouti aplaudió el discurso de Kerry, que calificó de «impresionante», si bien criticó que la definición de Israel como un Estado judío «negaría el derecho de los palestinos que son ciudadanos israelíes». También reprochó a Kerry que considere el regreso de los refugiados «solo como una compensación. No se puede negar el derecho de las personas a volver a su hogar».

Trump da por rota la «transición suave»

«Aunque iba a haber una transición suave, ¡ya no!», afirmó el presidente electo de EEUU, Donald Trump, como reacción a las que calificó como «declaraciones incendiarias» de Barack Obama. Trump dijo que no se puede permitir que Israel sea tratado con «tanto desdén y falta de respeto», y anticipó que subsanará esa cuestión cuando llegue a la Casa Blanca. En una cadena de mensajes por Twitter, Trump volvió a reaccionar tras la última resolución sobre Israel aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU e indicó que ese país «solía tener a Estados Unidos como un gran amigo, pero ahora no». Trump recordó que el año comenzó con el «horrible» acuerdo sobre el programa nuclear iraní. «¡Y ahora esto (ONU)!», añadió el presidente electo, refiriéndose a la resolución del Consejo de Seguridad. «¡Mantente fuerte, Israel, que se está acercando el 20 de enero!», agregó Trump, quien intervino en las presiones para que Washington ejerciera en la ONU su derecho de veto.GARA