Con los votos de PNV y PSE (el 87% de la representación), la Asamblea del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) dio el martes luz verde al proyecto de la incineradora de Zubieta. Entre protestas de miles de personas que se concentraron ante la Diputación y sin esperar a que los tribunales resolviesen los recursos pendientes de GuraSOS, adjudicaron la construcción, gestión y explotación de la planta a la UTE liderada por Urbaser y formada también por las guipuzcoanas Altuna y Uria, Moyua y Murias, así como la ingeniería LKS y la empresa francesa Meridiam Investiments.

Se trata, tal y como publicó ayer “Noticias de Gipuzkoa” citando al diario económico “Expansión”, de la mayor adjudicación pública de todo el Estado español realizada este año.

Según las cifras que dieron el diputado general Markel Olano y el diputado de Medio Ambiente José Ignacio Asensio, esta infraestructura costará a las arcas guipuzcoanas 768 millones de euros, a razón de 23,6 anuales durante 32 años y medio. Pero el montante real sería mucho mayor, puesto que hay que añadirle el IVA (un 10% más) y tener en cuenta que hablamos de precios actuales, sin las subidas previsibles. Si incluimos solo el IVA el coste asciende hasta 843,7 millones de euros, y finalmente podrían superar los 1.000.

180 puestos de trabajo

En la presentación del proyecto, anunciaron que se crearán 80 puestos de trabajo directos y 100 indirectos.

El plazo previsto para la construcción y puesta en marcha de la incineradora es de 30 meses, reduciendo en siete el fijado en la contratación.