Armenia aseguró que «controla plenamente la situación» en la frontera con Azerbaiyán, donde ayer estallaron nuevos combates que causaron al menos cuatro muertos, tres armenios y un azerí.

El portavoz de Defensa armenio, Artsún Ovannisián, dijo que uno de sus muertos es un oficial y estimó en siete el número de bajas mortales entre las tropas azeríes. Azerbaiyán solo admitió la muerte de un soldado y aseguró que sus tropas tendieron una emboscada a las armenias, que sufrieron «grandes pérdidas».

Las autoridades de Bakú denunciaron que los soldados armenios atacaron hasta 39 veces sus posiciones en las últimas 24 horas, ataques que tacharon de «provocación fallida».

Al contrario que en los enfrentamientos del pasado abril, los más violentos desde el fin de la guerra que enfrentó a los dos países entre 1992 y 1994 por el enclave de Nagorno Karabaj, los combates que siguieron ayer a la incursión azerbaiyana en el sector nororiental de la frontera común no llegaron a implicar a la artillería o a helicópteros de asalto y se limitaron a lanzagranadas y disparos de francotiradores.