Alberto PRADILLA
ACUERDOS ENTRE LOS GRANDES PARTIDOS ESPAÑOLES

EL «BOCA A BOCA» DE PP A PSOE: DEL SMI A LAS CLÁUSULAS SUELO

El pacto entre PP y PSOE que establece un mecanismo extrajudicial para que la banca abone las cláusulas suelo es el último de los acuerdos entre los partidos del turno. Mientras que Ferraz se aclara, recibe el apoyo de Génova para presentarse como algo «útil».

Desde que Mariano Rajoy logró que el PSOE se abstuviese y le entregase el Gobierno español en octubre de 2016 los dos grandes partidos del turnismo viven una luna de miel asimétrica. La formación que ahora dirige Javier Fernández y que será liderada por una Gestora hasta mediados de junio tiene la credibilidad bajo mínimos. Su hundimiento no sería una buena noticia para los defensores del «establishment», que saben que solo con una aparente alternativa puede sostenerse un modelo político como el que rige el Estado desde 1978. De este modo, el PP ha puesto en marcha una estrategia que podría bautizarse «Operación Boca a Boca».

Ninguneando a Ciudadanos, en teoría su socio preferente, los de Rajoy buscan la foto con el PSOE. Y este se deja querer, fomentando su imagen de «oposición-que-sabe-acordar» para tratar de ganar terreno a Unidos Podemos. Sabe que vivimos en un mundo de memoria selectiva y pretende contrarrestar la mala imagen que arrastra por entregar La Moncloa a Rajoy mediante alianzas con el PP que le permitan vender la idea de «oposición útil». Es decir, que se ubica frente a Rajoy pero que le arranca aparentes beneficios sociales. La gran interrogante está en ver si ese modelo se exporta a los presupuestos, en apariencia «línea roja» incluso para Javier Fernández, líder de la Gestora de Ferraz.

El pacto suscrito entre PP y PSOE para establecer un mecanismo extrajudicial con el que gestionar la devolución de las cláusulas suelo es el último ejemplo de este fenómeno. El PSOE fue el encargado de hacer público el acuerdo, que prevé su abstención (nuevamente, por no contaminarse con el «sí») para que el decreto preparado por La Moncloa pueda ser tramitado. En realidad, el texto tiene trampa, ya que pone en manos del la persona afectada una falsa disyuntiva: o acepta el dinero que ofrece el banco (sí, el mismo que le estafó) o se arriesga a acudir a los tribunales y que le toque un juez que no le de la razón. Un «o lo tomas o lo dejas» del que se hace responsable el PSOE por una razón bien sencilla: necesita presentarse ante la sociedad como una herramienta que, si bien no logra todos sus propósitos, puede influir en un Gobierno en minoría.

El de las cláusulas suelo solo es el último ejemplo de una tendencia clara: el PP da por hecho que Ciudadanos seguirá su estela y busca el apoyo del PSOE. Así ocurrió, por ejemplo, con el techo de gasto, que es el paso previo a la aprobación de los presupuestos. El 15 de diciembre, las tres formaciones avalaron conjuntamente la base para las cuentas de 2017. En Ferraz defendieron el acuerdo argumentando que habían logrado incluir un incremento del salario mínimo del 8%, fijándolo en 707,6 euros. El problema es que, al mismo tiempo, su grupo parlamentario se sumaba a Unidos Podemos y Ciudadanos en la tramitación de una ley que lleve este ingreso hasta los 800 euros. ¿Una manera de presionar desde el Congreso para luego apuntarse el tanto en la negociación bilateral con el Ejecutivo de Rajoy?

Otro de los «hits» de esta política es el acuerdo para, supuestamente, acabar con la pobreza energética. Lo anunciaron el ministro español de Energía, Álvaro Nadal, y el portavoz parlamentario del PSOE, Antonio Hernando (el del «no es no» que luego se cambió de bando), y la idea, en teoría, era impedir el corte de luz a familias vulnerables. El ejemplo de que se trataban de fuegos artificiales: se presentó a finales de diciembre con un horizonte de tres meses para hacerse efectivo. Si se mira con la perspectiva actual, con astronómicas subidas de luz en plena ola de frío, suena a broma macabra.

El concepto clave es el de «oposición útil». Se trata de la misma idea que manejó José Luis Rodríguez Zapatero cuando el PSN se entregó a UPN y que ahora trata de vender Javier Fernández. «Somos el eje de todas las combinaciones posibles. Si hay que negociar con el gobierno, se hace. Si hay que formar una alternativa para frenar o derrotar a ese gobierno, se hace también», dijo en el último Comité Federal. La pregunta es si el votante interpretará los acuerdos como «logros de mínimos» o como «claudicaciones».