Treinta y un partidos de diferentes ideologías y con distintas prioridades, una cifra récord en la historia electoral de Países Bajos, concurrirán a las elecciones generales del 15 de marzo frente a los 21 de la anterior cita de 2012, lo que complicará aún más el escenario poselectoral, ya que se exigirá negociar con más actores para formar la necesaria coalición de Gobierno que exige la naturaleza del sistema neerlandés. Inicialmente, 81 partidos mostraron interés en inscribirse, pero no todos cumplieron los requisitos.

«Es una gran ventaja. Nos automoderamos en los comicios gracias a las coaliciones que deben formarse para que haya Gobierno. Esa naturaleza del sistema político hará que no haya un único partido que se quede con todo el pastel, sino que se lo dividan», declaró a Efe el analista Diederik Brink.

Esta mayor fragmentación del paisaje político neerlandés supone una amenaza y complicación para la constitución de la coalición necesaria para formar Gobierno, ya que se necesitarán acuerdos entre al menos cinco partidos distintos.

Además de los tradicionales PvdA (laborista), VVD (liberal) y CDA (democristiano), han aparecido otros nuevos como el antirracista Think. Otras formaciones aparecen como resultado de desacuerdos durante la última legislatura, como Nuevos Caminos, con educación, sanidad y defensa como ejes. También vuelven a la política Orgulloso de los Países Bajos (Pride) o Artículo 1 (VNL). Asimismo, se multiplican los partidos de tendencia cristiana.

El Consejo Electoral anunció ayer que contabilizará a mano los votos y comunicará los resultados por vía telefónica para evitar «posibles ciberataques».