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Miles de rumanos mantienen la protesta contra la corrupción

Haciendo frente a temperaturas de casi diez grados bajo cero, más de 15.000 personas se manifestaron ayer, por decimotercer días consecutivo, en Bucarest y otras ciudades de Rumanía contra la corrupción de la clase política, pese a que el Gobierno ya ha retirado el decreto que despenalizaba algunos casos.

«Vergüenza», «No nos vamos a casa, los ladrones no nos dejan» fueron algunos de los eslóganes coreados por miles de personas ante la sede del Ejecutivo, mientras otras llevaban carteles que rezaba: «#Resisto», «Atención con los bolsillos, estamos al lado del Gobierno» o «pedimos un Gobierno limpio y competente».

Unos 10.000 ciudadanos salieron en Bucarest, cerca de 4.000 en Cluj Napoca, 1.500 en Timisoara y varios centenares en Sibiu, Brasov e Iasi, según informó la televisión TVR.

Florin Iordache, autor del decreto que preveía despenalizar delitos por abuso de poder y corrupción si el perjuicio causado al Estado es menor de 44.000 euros, dimitió como ministro de Justicia el pasado jueves ante la presión social, al día siguiente de que el Parlamento rechazara una moción de censura presentada por la oposición liberal contra el Gobierno.

La modificación del Código Penal, que iba acompañada de una amnistía a 2.700 condenados por delitos menores, también por corrupción, supuso que más de medio millón de personas inundaran hace una semana las calles de Rumanía en la mayor ola de protestas desde 1989.

El primer ministro rumano, Sorin Grindeanu, rehusó demitir y anunció que abrirá un debate con la oposición y la sociedad civil para reformar el sistema judicial.