Javier Esparza, que se negó a asistir al homenaje del pasado sábado en Iruñea, declaró ayer en el Parlamento que ese acto «demuestra» que la presidenta del Gobierno es «cada día más radical», y añadió que hubo familiares de miembros de ETA, negando su derecho a acudir.

Esparza justificó así el voto contrario de UPN a la propuesta mediante la que el Parlamento «reconoce y defiende la legitimidad» del homenaje a estas víctimas, propuesta que fue aprobada ayer con el voto a favor de los partidos del cambio.

En el mismo acuerdo se recuerda que la celebración de dicho acto estaba recogido en la Ley Foral 16/2015, que había sido «expresamente permitido» por el Tribunal Constitucional y avalado por la Audiencia Nacional española.

En el homenaje del sábado, Uxue Barkos hizo una velada crítica a las «ausencias» de UPN y PP, diciendo que eran fruto de la «ignorancia». A este respecto, Esparza negó ayer que haya tal «ignorancia», ya que, según dijo, conocen «de sobra» a Geroa Bai y EH Bildu.

Ana Beltrán (PP), que tampoco asistió a la cita del pasado sábado, declaró que fue un acto a «imagen y semejanza de Bildu», insistió en «la necesidad de defender a las víctimas de ETA» y votó en contra de reconocer legitimidad al homenaje a las víctimas de la violencia policial y de grupos de extrema derecha.

La lista de invitados

A dicho homenaje sí acudieron representantes del PSN, pero este partido optó ayer por abstenerse en la votación para reconocer y defender la legitimidad del mismo. Su portavoz parlamentaria, María Chivite, pidió a la presidenta del Gobiero navarro que explique «quién elaboró la lista de invitados».

Chivite añadió que, «si de alguna manera se pretendía reconocer a etarras», su partido lo rechaza porque «el acto tenía que atenerse a lo que dice la ley y además no reconocer a ninguna persona en concreto porque no existe un listado oficial». La portavoz del PSN agregó que Uxue Barkos deberá explicar «si equipara a unas víctimas con otras».

Los cuatro partidos que sustentan el Gobierno del cambio coincidieron en la legitimidad del acto del sábado. Koldo Martínez, de Geroa Bai, reiteró que se adecuó a la ley, que no se homenajeó a nadie en concreto y que tuvo carácter «genérico».

En nombre de EH Bildu, Adolfo Araiz felicitó al Gobierno por la organización de un acto que, según dijo, «se tenía que haber celebrado hace mucho tiempo», y agregó que es preciso abrir una investigación para clarificar muchos hechos que «no pueden quedar en el olvido». Sobre el intento de sembrar polémica sobre las personas homenajeadas, señaló que «los derechos humanos son para todas las personas, para todas las víctimas».

Laura Pérez no solo consideró «legítimo» dicho homenaje sino que, según declaró, «sirve para curar las heridas» y es «un ejemplo de democracia». Por su parte, Miguel Nuin (I-E) recordó que fue un acto «simbólico y genérico hacia unas víctimas que son reales», y mostró su satisfacción porque con dicho homenaje se cumpliera la ley.

Insultos de militares a Barkos

En su sesión de ayer, la Junta de Portavoces también aprobó una declaración institucional mediante la que rechaza los insultos a Uxue Barkos por parte de un grupo de militares españoles, que le llamaron «puta».

Ana Beltrán se abstuvo porque, según argumentó, nadie le ha podido «confirmar de forma fehaciente su existencia y autoría». La declaración fue aprobada por todos los demás grupos parlamentarios, incluido UPN.

Jonan Fernández y la «autocrítica» del Estado

Sobre la cuestión de las víctimas y el reconocimiento del daño hablaba también el domingo en «Berria» el secretario de Paz y Convivencia del Gobierno de Lakua, Jonan Fernández, especialmente para insistir en la idea de que «es muy importante que la izquierda abertzale o ETA hagan un análisis crítico sobre la vulneración de los derechos humanos por parte de ETA. Sería valioso, no solo para la izquierda abertzale y para la política, sino también para las personas presas, porque les facilitaría hacer a ellas también una declaración así. Y en algunos casos, favorecería el proceso».

A continuación, Fernández añadía que «sobre el franquismo, el GAL o la tortura decimos que las víctimas han tenido un sufrimiento injusto. ¿Por qué no se puede decir lo mismo de las víctimas de ETA?». Cuando, al hilo de este apunte, el periodista de «Berria» le preguntaba si acaso cree que el Estado español ha hecho una reflexión crítica sobre su violencia en el pasado, Jonan Fernández respondía así: «Seguramente no la ha hecho. Pero hoy día se dice que el franquismo, el GAL o las torturas han estado mal. ¿Hay que ir más lejos? Sí. Pero es que la izquierda abertzale no dice que las muertes de ETA estuvieron mal».GARA