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Trump intensifica su enemistad y ahonda la brecha con los medios

Un día después de anunciar que romperá la tradición y no acudirá a la cena anual con los corresponsales de prensa en la Casa Blanca, que se organiza desde 1921 y a la que los presidentes han faltado en contadas ocasiones, Donald Trump intensificó su enfrentamiento con los medios al criticar a «The New York Times» por el anuncio televisivo que tenía previsto emitir anoche, durante la gala de los Óscar, en el que declaraba que «la verdad es ahora más importante que nunca».

El Gobierno de EEUU, que tradicionalmente se ha erigido en abanderado de la libertad de prensa, está hoy en guerra abierta con los medios de comunicación, a los que el presidente, Donald Trump, ha declarado «enemigo del pueblo». Tanto a lo largo de la campaña como desde su llegada al poder, Trump ha convertido los ataques contra la prensa en su marca de fábrica. Pero las restricciones de acceso a la Casa Blanca impuestas a ciertos grandes medios, su anuncio de que no acudirá a la cena con los periodistas y las críticas al anuncio televisivo de “The New York Times” en defensa de la «verdad» marcan un giro que ha provocado indignación.

«Por primera vez, el deteriorado @nytimes pondrá un anuncio (y uno malo) para intentar rescatar su fallida reputación. ¡Intenten informar de forma exacta y justa!», tuiteó Trump ayer en referencia al anuncio que el diario tenía previsto emitir anoche, durante la ceremonia de entrega de los Óscar, en el que en el que declaraba que «la verdad es ahora más importante que nunca».

El viernes, después de que Trump volviera a tachar a grandes medios de «deshonestos», «enemigos del pueblo» y divulgadores de «noticias falsas», la Casa Blanca vetó la asistencia a una rueda de prensa informal del portavoz presidencial, Sean Spicer, a la CNN, “The New York Times” y “Politico”, pero sí dejó entrar a los medios conservadores y ultraderechistas afines.

Lejos de rebajar la tensión tras las enérgicas protestas provocadas por su equipo, el sábado, el presidente anunció que romperá con la tradición y no acudirá a la cena de corresponsales de la Casa Blanca, un importante evento que supone una oportunidad para que el presidente pronuncie un discurso en y para aligerar las tensiones entre Gobierno y prensa. La cena, organizada por la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, muy crítica con el trato de Trump a los medios, está prevista para el 29 de abril y algunos medios habían dicho que no acudirían por la actitud del mandatario. Ese evento se organiza desde 1921 y se pueden contar con los dedos de la mano las ocasiones en las que un presidente no ha acudido. La última, en 1981, cundo Ronald Reagan se recuperaba tras un atentado.

La cena «ha sido y seguirá siendo una celebración de la Primera Enmienda (libertad de expresión) y del importante papel que desempeñan los medios independientes en una república sana», tuiteó el presidente de la Asociación, Jeff Mason.

 

Elección «manipulada» del nuevo líder de los demócratas

Los medios no fueron el único objetivo de los ataques de Trump ayer. El presidente acusó al Comité Nacional Demócrata de haber manipulado sus comicios para lograr, el sábado, la elección como líder de Tom Pérez, de origen latino y del ala más tradicional del partido, y evitar el triunfo del congresista afroamericano Keith Ellison, musulmán y de la facción progresista. En un mensaje en Twitter, Trump consideró que Ellison «nunca tuvo una oportunidad» porque el sistema del Partido Demócrata se volvió contra él, igual que, a su juicio, sucedió con Bernie Sanders, que se enfrentó a Hillary Clinton en las primarias para las presidenciales.

«La carrera por la Presidencia del DNC estuvo, por supuesto, totalmente ‘amañada’. El chico de Bernie, como el propio Bernie, nunca tuvo una oportunidad. ¡Clinton exigió a Pérez!», consideró Trump en Twitter.

Pérez ha sido percibido como parte del aparato del partido por su apoyo a Clinton en las primaras y por que ella le barajó como opción a la Vicepresidencia. El propio Sanders, que apoyó a Ellison, desechó la idea del sistema «amañado», aunque reconoció que el proceso de debate interno necesita algunos ajustes.

Trump felicitó el sábado a Pérez por Twitter: «No podría estar más feliz por él o por el Partido Republicano». Este le aconsejó no ponerse «muy contento« porque los demócratas se convertirán en su «peor pesadilla».GARA