Mikel CHAMIZO
DONOSTIA

Conflicto y reconciliación en la temporada de la OSE

La Orquesta Sinfónica de Euskadi presentó ayer en Tabakelera su programación para la temporada 2017/18, la primera diseñada por el nuevo director titular de la formación, Robert Treviño, que asumirá el cargo en agosto. El director estadounidense ha querido proponer una temporada vertebrada en torno a tres claves: unidad, reconciliación y resistencia.

Unidad, reconciliación y resistencia son las tres ideas que articularán la próxima temporada de la Orquesta Sinfónica de Euskadi, en la que tendrán un peso específico las creaciones del ruso Dmitri Shostakovich y el británico Benjamin Britten. «Ambos fueron muy amigos y, siendo coetáneos, experimentaron la guerra desde situaciones y perspectivas muy diferentes», explicó Robert Treviño, nuevo director titular de la OSE. «Usaron su música para denunciar esa situación y pedir que las guerras no se repitieran, Shostakovich a veces con una música brutal, Britten desde una perspectiva profundamente humanista».

Con este enfoque Treviño quiere «inspirar y conmover» al público y que la orquesta sea punto de reunión para «expandir la definición que tenemos de nosotros mismos y definir la que tenemos de los demás». Esto se perseguirá fomentando el talento vasco junto a los solistas de talla internacional, trabajando en «dar a conocer la identidad cultural vasca» tanto en Euskal Herria como en el exterior y, sobre todo, abriéndose a un público más amplio.

Nueva imagen

Para lograrlo, la orquesta presentó una nueva imagen «rompedora e inspiradora», en palabras de Oriol Roch, director general de la OSE. Un limón que se transforma exprimidor, un cono de helado con un ramo de lavanda o una vela con forma de alcachofa, son algunos de los símbolos que se plasmarán en folletos y carteles y que «plantean enigmas que se podrán resolver en los conciertos». El 10 de octubre la OSE arrancará la temporada con el Orfeón Pamplonés para abordar los “Salmos de Chichester” de Leonard Bernstein y la “Sinfonía nº1, Titán”, de Mahler. Un mes más tarde será el turno de la “Sinfonía nº11” de Shostakovich y el “Concierto para la mano izquierda” de Ravel, con Joaquín Achúcarro como solista coincidiendo con su 85º cumpleaños. La tercera cita será del 1 al 7 de diciembre, con “Impresionismo a la marinera”, una propuesta que reunirá a Miren Urbieta-Vega y José Miguel Pérez-Sierra para abordar diversas músicas relacionadas con el mar.

Entre el 2 y el 9 de febrero, el trompetista sueco Hakan Handenberger dirigirá tres obras de Haydn y el “Concierto para orquesta” de Lutoslawski. Una semana más tarde, del 15 al 21 de febrero, le llegará el turno a Frank Peter Zimmermann, quien junto a Robert Treviño establecerá una “Alianza Anglo-Rusa” con la “Sinfonia da Requiem” de Britten y el “Concierto para violín nº1” de Prokofiev. El sexto programa de abono será el 7 de marzo en Bilbo y reunirá a Treviño con el violinista Dmitri Makhtin para interpretar el “Concierto para violín nº2” de Shostakovich.

Del 16 al 22 de marzo, el violonchelista ruso Ivan Monighetti protagonizará el poema sinfónico “Don Quijote” de Richard Strauss junto a Andrey Boreyko. Un mes más tarde, y con el apetitoso nombre de “Inglés al dente”, la OSE presentará en Euskal Herria la última obra orquestal de Ramon Lazkano, “Hondar”, junto a obras de Mendelssohn y Britten, con Simone Lamsma como solista.

“Tutti-frutti de sensaciones” es el programa que reunirá a la soprano Elena Sancho con el director Clemens Schuldt para abordar obras de Ligeti, Britten y Mozart a principios de mayo. El décimo programa de abono, por su parte, propone la “Sinfonía nº3, Heroica” de Beethoven junto a piezas de Brett Dean y Prokofiev, con Nikolai Lugansky como solista. La OSE finalizará su temporada del 14 al 20 de junio con una gran velada sinfónico coral, en torno al “Requiem” de Verdi, con un potente cuarteto de solistas vocales y el Orfeón Donostiarra.