California se prepara para defender su legislación ecológica frente al presidente Donald Trump, que ha ordenado revisar la política de EEUU contra las emisiones de dióxido de carbono. Trump firmó un decreto para desmantelar el «Plan Energía Limpia» –una medida clave de su antecesor, Barack Obama, para luchar contra el calentamiento global –. Con el argumento de defender el empleo en el sector energético –sobre todo del carbón, la fuente más contaminante–, Trump pretende revisar la regulaciones sobre emisiones de gas, principalmente las de automóviles, que se inspiraron en una ley de California. Las autoridades del bastión demócrata desafiaron la medida, reafirmando su intención de ampliar aún más sus regulaciones sobre contaminación.

El gobernador, Jerry Brown, envió una carta al director de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), Scott Pruitt, para protestar contra este «desmesurado regalo a los contaminadores» y advirtió de que «California tomará las medidas necesarias para preservar los estándares actuales, proteger la salud de nuestro pueblo y la estabilidad del clima». Brown también criticó la demanda de los fabricantes de automóviles contra las regulaciones de la EPA.

El estado californiano lleva décadas esforzándose a limpiar el aire afectado por las emisiones de su gigantesco parque automovilístico, sobre todo en Los Ángeles, que sigue siendo la más contaminada de las grandes metrópolis del país. Su alcalde, Eric Garcetti, también deploró el decreto: «No importa lo que pase en Washington, trabajaremos para reducir las emisiones de gas de efecto invernadero un 80% para 2050 y fomentar los transportes cero emisiones».

El Gobierno aún no ha concretado cómo actuará contra las medidas de California y los estados que copiaron su legislación. En esa eventual batalla, frente a una argumentación centrada en las enfermedades producto de la contaminación, y en la vulnerabilidad que produce el cambio climático a su extensa costa, se encontraría un Scott Pruitt que niega el calentamiento del planeta y sabe muy bien cómo causar más daño en la EPA.

Carbón en declive

Con todo, el freno a la industria del carbón puede llegar antes por la innovación tecnológica y de los mercados mundiales que por la política, según el banco Goldman Sachs. En 2015, el carbón solo representó el 21% de la generación de energía y su producción diminuyó hasta sus niveles más bajos desde 1986. También el número de mineros es el menor desde que hay registros.

Ello no impide que EEUU siga siendo el segundo emisor mundial de gases de efecto invernadero. Ni que Trump juegue su carta política en los estados productores de carbón.

China pide a EEUU que cumpla sus compromisos con París

China pidió ayer a EEUU que respete sus compromisos con el clima un día después de la firma por parte de Trump del decreto que revisa las regulaciones para reducir las emisiones de CO2, y que provoca dudas sobre la actitud de Washington con el acuerdo de París sobre el clima. «Todas las partes deben respetar sus compromisos y tomar medidas concretas y voluntariosas para poner en marcha el acuerdo», reaccionó el portavoz del ministerio chino de Exteriores, Lu Kang.GARA