La muerte de un opositor a manos de la Policía aumentó ayer la tensión en Paraguay tras la violenta jornada del viernes, que dejó unos 30 heridos y más de 200 detenidos en choques desatados por una enmienda constitucional que busca permitir la reelección presidencial.

Dirigentes y senadores del opositor Partido Liberal, entre ellos el presidente del Congreso, Roberto Acevedo, despidieron como a «un héroe» a Rodrigo Quintana, de 25 años, fallecido el viernes en el marco de las protestas contra la reelección. El Frente Guasú, del expresidente Fernando Lugo, exigió la destitución del ministro de Interior, Tadeo Rojas, y el presidente Horacio Cartes la anunciaba algunas horas después.

Los choques iniciados la tarde del viernes degeneraron en el asalto de la sede del Congreso por furiosos manifestantes opositores que destruyeron verjas, portones, grandes ventanales y prendieron fuego en varios sectores del edificio. Entre los heridos por balines de goma figuran el propio presidente del Congreso, el opositor Roberto Acevedo, y el titular del partido Liberal, Efraín Alegre.

Quintana murió tras la violenta irrupción de la Policía en la sede de su formación política en la madrugada de ayer.