Joan Josep Nuet, diputado de Catalunya Sí que Es Pot, número dos del nuevo partido de los «comunes» y secretario tercero de la Mesa del Parlament, se convirtió ayer en el primer investigado por desobediencia en Catalunya que no procede de las filas independentistas. Tendrá que comparecer ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) el próximo 23 de mayo. Días antes lo harán los cuatro miembros de la Mesa de las filas Junts pel Sí, incluida la presidenta, Carme Forcadell, pero esa canción era ya conocida.

Conviene rememorar la secuencia de los hechos para no perderse en el laberinto judicial en el que el Estado confía desnortar el procés. En el Debate de política general del 6 de octubre de 2016, pese a las advertencias del Tribunal Costitucional (TC) de que podían incurrir en desobediencia, cinco miembros de la Mesa del Parlament (los otros dos, de Ciutadans y del PSC, no participaron) permitieron alterar el orden del día para que el pleno votase dos resoluciones sobre la convocatoria de un referéndum en otoño de 2017 y sobre la puesta en marcha de un proceso constituyente. En febrero, el TC declaró inconstitucio- nales ambas mociones por la vía rápida, e invitó a la Fiscalía a emprender acciones legales contra los miembros de la Mesa que ignoraron sus advertencias.

Dicho y hecho, la Fiscalía presentó la querella ante el TSJC el 23 de febrero, pero con una sorpresa que no dejó indiferente a nadie: la querella estaba dirigida contra la presidenta, Carme Forcadell, y los otros tres miembros de la Mesa pertenecientes a JxSí –Lluís Coromines, Anna Simó y Ramona Barrufet–, pero dejaba fuera a Nuet. La razón argüida: la «falta de voluntad de sumarse al proyecto político de ruptura». Es decir, esgrimió una razón bastante poco jurídica y muy política para no denunciar a Nuet; aunque supuestamente cometió el mismo acto, en su caso no se trata de delito porque no es independentista.

Lo que el TSJC hizo ayer, por tanto, fue corregir a la Fiscalía y seguir la investigación incluyendo a Nuet, que precisamente ayer fue nombrado número dos del nuevo partido de los «comunes». Será el adjunto de Xavier Domènech.