El jueves visitó a los trabajadores de una fábrica en Amiens y ayer navegó a bordo de un pesquero en el puerto de Le Garu-du-Roi. La candidata de extrema derecha a la Presidencia francesa, Marine Le Pen, usa la táctica de «guerrillas» en su campaña para intentar que el socioliberal Emmanuel Macron, al que los sondeos sitúan como favorito para la segunda vuelta del 7 de mayo, tropiece y se tambalee.

Aún no había salido el sol cuando Le Pen abordó un pequeño pesquero para recorrer durante cuatro horas el Mediterráneo, presentándose como defensora de las clases populares frente a Macron, «candidato de la oligarquía» que «quiere aplicar una política ultraliberal de desregularización total».

«La liberación de Europa que ella propone es el fin de nuestra industria pesquera. Pensar en ello», replicó Macron en Twitter.

Decidida a desmentir los sondeos que anuncian su derrota en la segunda vuelta, la líder ultraderechista ha puesto en marcha una campaña de ataques sorpresa sobre el terreno en las regiones que votaron masivamente por ella y por su programa ultrasecuritario, antieuropeo y antiinmigración.

Las posturas antagónicas de ambos sobre el futuro del Estado francés en la UE se han impuesto. Macron busca una relación más estrecha con los socios europeos y Le Pen quiere cerrar las fronteras y dejar el euro.

Por la tarde, en una visita a Sarcelles, un suburbio multiétnico del norte de París, Macron criticó el programa «odioso» de Le Pen, que quiere reducir la inmigración a un tope anual de 10.000 personas.

Su acogida fue muy distinta a la que recibió la víspera en su ciudad natal, Amiens. Allí fue abucheado durante una visita a obreros en huelga de una fábrica filial de la estadounidense Whirlpool, con amenaza de deslocalización a Polonia, donde unas horas antes Le Pen, de visita sorpresa, fue acogida con un baño de multitudes.

Las últimas encuestas sugieren que Macron, que recibió el apoyo de los partidos tradicionales de derecha e izquierda, derrotaría a Le Pen por un margen de 21 puntos en la segunda vuelta, aunque su popularidad se redujo ligeramente (cuatro puntos menos para él y cuatro más para Le Pen).

La Eurocámara eleva a 5 millones el desvío del FN

El Parlamento Europeo elevó a 4,9 millones de euros el desvío de fondos de la eurodiputada y candidata del FN, Marine Le Pen, para «empleos ficticios» de asistentes de su partido desde 2012. La última cifra, de setiembre de 2015, estimaba el perjuicio en 1,9 millones de euros.

El presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, anunció el martes el inicio formal del proceso para levantar la inmunidad parlamentaria de Le Pen a petición de la Justicia francesa por el mal uso de fondos públicos en relación los falsos empleos. Se investiga si Le Pen y otros 17 eurodiputados del FN pagaron con fondos europeos a asistentes parlamentarios que en realidad trabajaban para el partido en Francia.

Le Pen, que se niega a atender cualquier citación judicial durante la campaña electoral al estimar que ese periodo «no permite ni la neutralidad necesarias» y no puede ser obligada a hacerlo dada su inmunidad como eurodiputada, considera que esta investigación es una «operación política» para «interferir en la elección presidencial».GARA