Pablo CABEZA
BILBO
Entrevista
JUAN MARKOS JUARISTI
BAJO DE AKELARRE

«Llegábamos a tocar 150 conciertos al año, y eso quemaba mucho»

Akelarre se reúne puntualmente para conmemorar el 30 aniversario del disco en directo «Gauero zuzenean». Detrás queda la historia de un grupo que ha marcado la década de los ochenta y los noventa, preferentemente, con cientos de actuaciones singulares en plazas de Euskal Herria. Mañana actúa en fiestas de Gatika. El 19 y 20 de mayo en Oialume de Astigarraga y el 27 el adiós en Hazparne.

Para unos cuantos, los dantzaldis, las romerías o las verbenas venía a ser la pachanga, lo intrascendente, frente a los grupos de rock. Los “verbeneros” se hallaban en un nivel inferior. Causa injusta.

Con todo, Akelarre nunca fue un grupo similar a otros de su misma franja festiva, pues el grupo sostenido por Juan Markos Juaristi y Pako Díaz no se dedicaba a versionar los éxitos del momento. Es cierto que realizaban algunas versiones, pero puntualmente y muy especiales.

Akelarre se sometían a la prueba del amanecer tras sesiones de plaza que podían bascular entre las cuatro y las cinco horas, por lo que tener un repertorio propio no era sencillo. Con todo, a pesar de que Akelarre no se plegó a la dictadura de los éxitos, tuvieron años de extrema actividad aportando a los dantzaldis una visión personal no siempre comprendida al no ceder con el asunto de los títulos de moda. No extraña, que su disolución llegara, en lo fundamental, por el cansancio de tantos años de brega.

Akelarre podrían exponer un buen número de récords, como ser el grupo que más horas tocaba en sus citas; los que más veces ha firmado en ciertos pueblos de Euskal Herria (23 veces en Fruitz, 25 en Aia, fijos en el barrio de Loiola de Donostia cada 30 de julio, y otro buen número en el mismo Gatika de mañana); quienes han llegado a tocar hasta cinco o seis días seguidos: los que más biografías tienen con sus, cuando menos, ocho vocalistas, ocho guitarristas, cuatro teclistas... y otros músicos. Además del mayor número de referencias grabadas y número de discos en directo. Por la procedencia de sus integrantes, la lista de pueblos formaría no menos de una comarca. Asimismo fue pionero en montar un sello propio autogestionado, Soar eta Abar.

Tuvieron mérito por apostar por la diversión en la noche y componer; por “pelear” de tú a tú con la oleada rock de los ochenta; por la calidad de sus músicos, muchos de ellos hoy profesores en escuelas públicas o de forma privada; por iniciarse en euskara en tiempos difíciles; por contar con un álbum como “Asfaltuko lorea”, que a lo largo de los últimos años ha llegado a tener un precio medio de 200 euros. Hoy mismo el precio máximo lo alcanza un vendedor de Hungría con una tarifa de 206 euros. El precio deriva de la singularidad de Akelarre, discos considerados, algunos de ellos, de corte progresivo, en especial el mencionado disco de debut, editado por Xoxoa hace 37 años. En 1982 se publicaba quizá su álbum más popular, “Gau pasa”, ya con IZ y con “Hotel California”, de los Eagles, como versión de notable mérito y reina de muchas noches.

Antecedentes

El origen de Akelarre se remontan a la década de los 60. Un grupo de chavales de Soraluze con el nombre de Los Mansos se estrenan en Eibar el 16 de abril de 1967. Con la llegada de la “mili” para varios de los integrantes el grupo queda herido. Con el inicio de la década de los setenta comienza a vislumbrarse lo que sería el origen de Akelarre. Un cantante de Bergara llamado Iñaki Arriaran, que por entonces ya había grabado algunas canciones con el grupo Ameslariak, varios integrantes de Los Mansos, más un par de músicos procedentes de Los Doblones de la zona de Eibar, se dedican a tocar por Debaldea y cercanías con el nombre de Iñaki Arriaran y los Mansos. Después de un tiempo, deciden fusionarse y buscar un nuevo nombre. Nace Akelarre en 1973 con Iñaki (voz), Juanlu (teclados), Pepe (guitarra), Ramón Aranzasti (bajo) Ramón Pía (batería) y José Antonio (violín y saxo).

Hacia finales de 1974 se incorporan Pepito a la guitarra y Juan Markos Juaristi al bajo sustituyendo a Pepe y Ramón Aranzasti. Es ese momento se produce un punto de inflexión ya que se decide cantar exclusivamente en euskera. De hecho se traducen temas de grupos como Moody Blues, Bee Gees, los Beatles… «A veces se tocaba hasta 5 horas y en ese gremio no era habitual un grupo tocando un dantzaldi íntegro en euskera. Supuso euskerizar todo tipo de canciones. Los grupos de la época como mucho tocaban unas cuantas en euskera, el resto en castellano y algunas en zinglés e incluso en zinfrancés. Esto supuso el repudio de muchas zonas castellano parlantes, ya que el grupo no cumplía las expectativas festivas para ellos. Veíamos a nuestro alrededor que nadie seguía nuestro ejemplo y tuvimos que aguantar bastantes improperios. Era como complicarse la vida demasiado. Había que ir por Bilbao, por ejemplo, con las canciones traducidas a la delegación del Gobierno para recoger los permisos sellados y poderlos interpretar en la calle».

Pepito abandona Akelarre y un poco más tarde Iñaki Arriaran. Llega al grupo el vocalista Xabier Madina. Venía de haber participado en uno de los festivales de Benidorm de la década de los 60, había grabado villancicos, singles… bajo el sello de Belter.

A finales de 1979 se produce un pequeño terremoto en el grupo. Xabier Madina y Juanlu incorporan al grupo a Ina Goikoetxea a la guitarra procedente de varios grupos, siendo también el guitarrista de Urko en la época, y a Pako Díaz a la batería, músico derivado de la Orquesta Mondragón. Cuentan con nuevo bajista, pero no cuaja, por lo que llaman de nuevo a Markos Juaristi, que andaba tocando en Errobia junto a Anje Duhalde, Yama Larreburu y Jokin Melara. Juaristi accede y durante un tiempo toca en las dos bandas. En 1980 se ficha como técnico a Iñaki Altolaguirre, hermano del músico Ángel Altolagirre y padre de dos de los componentes de Anai-Arrebak, Iñaki y Marga. Desafortunadamente Iñaki fallecería prematuramente. Akelarre continuaría hasta 2005, despedida en la sala Oialume, y con al menos ocho formaciones diferentes tras su historia.

Markos Juaristi nace en París, ya que su ama se traslada en busca de trabajo. Con dos años le deja en Azkoitia para que le críen su amama y una tía. Con 17 años se traslada a Bilbo para estudiar económicas, que casi acaba, pero la música se lo impide. Se casa con una chica de Donostia que tiene familia en Iparralde, exiliada tras la guerra. Juaristi se instala en Hendaia, donde reside.

En Hendaia, pero impartiendo clases en Eibar tras una larga educación musical.

Comencé en el folk, cantaba por las iglesias con grupos de chicas, pasé al rock y pop. Estuve en un pequeño grupo del pueblo como guitarra solista y cantant, de chaval. Pako Díaz, gran músico, me animó y me puse a estudiar música como un poseso e hice la carrera de contrabajo clásico, en Baiona y la carrera de piano en Donostia. Toco la guitarra desde chaval de manera autóctona. Hoy en día soy profesor de teclados, bajo eléctrico, guitarra eléctrica (habilitado por el Gobierno Vasco), profesor de contrabajo clásico, contrabajo moderno y de combos y ejerzo de director pedagógico en la Escuela Municipal de Eibar.

¿Cómo han planteado estos directos tan concretos y limitados?

El repertorio constará de una treintena de canciones recogidas de los distintos, unas dos por grabación. Durará cerca de 2 horas y media. En el escenario de base estaremos Pako en la batería; a los teclados, simultáneamente y por separado, Xabier Zubeldia y Juanma Labandibar; en las guitarras, también tanto de forma simultánea como por separado, Edu Cruz y Xanet Arozena; solistas de voz, también compartiendo melodías a veces y también por separado, Patrice Dumora y Juanpa Agirre, y al bajo yo mismo. En los coros cantamos todos y también a veces de voz principal intervendrá Juanma Labandibar. Como sorpresa presentaremos el quinteto de 1985 (Jexuxmai, voz-guitarra; Batiz, guitarra-coros; Aitor Amezaga, teclados-coros; Pako, batería, y un servidor al bajo y a los coros) que grabó el primer disco en directo interpretando unas cuatro canciones de la época.

¿Qué razones pesaron en la disolución?

Fue hastío y también ver que el esfuerzo que suponía seguir en activo con todo el material, cargas fiscales, sociales, ensayos, directos interminables etc. etc. no era correspondido para nada en las plazas, en donde a veces se nos comparaba con cualquier dj que ponía cuatro discos en un equipillo. Ganas de emprender otros proyectos y sobre todo la quema que supone física y mentalmente tanta actuación, ensayo, disco casi uno por año, etc. la familia que también tira…

Akelarre ha sido un peculiar grupo itinerante, como el diferente origen de sus componentes.

Cierto. Akelarre estuvo entre 1972 y 1979 en Soraluze; finales del 79, en Zumaia; de 1980 a 1983, en Zarautz; del 84 al 86, en Pasai Donibane y de 1987 a 2005 (despedida) en Hondarribia. Buscar músicos fue toda una odisea. Empezaba con el boca a boca, comentando entre conocidos, pidiendo al sello discográfico que nos ayudasen y lo hicieron, después se hacía un minicasting bien en local o en directo en algún pueblo y si no convencía vuelta a empezar. Sabíamos el perfil que debía reunir y no era nada fácil.

Cómo se contacta con Xoxoa, notable sello de transición entre la canción vasca tradicional y nuevos conceptos musicales.

Mi andadura con Anje Duhalde en el grupo Errobia me permitió conocer un poco a Foxis, exbajista de Itoiz que nos hizo algunas veces labores de montaje de sonido y luz. Su novia trabajaba en Xoxoa y tirando del hilo... yo seguía tocando también en Akelarre y también algunos de los otros componentes de Akelarre con Jaime Yarritu, su director, escuchamos la oferta de Xoxoa

No duró mucho el maridaje. Se rompe con Xoxoa y se ficha con IZ.

Xoxoa se medio convirtió en K-2000, nuestro técnico de sonido Iñaki Altolaguirre pasó a ser técnico oficial de doblaje en dicha empresa y viendo los problemas que hubo, amén de otras muchas cosas, Fernando Unsain se enteró que andábamos interesados en grabar y contactó con nosotros para hacernos una pequeña oferta.

Con IZ se graba en el 82 «Gau pasa», se versiona a Poco, Kinks y el «Hotel California», que lo bordan.

“Hotel California” la sacamos para tocar en la calle, nada más. No lo pensábamos incluir en el disco. Surgió un debate entre todos y al final salió que se incluiría en el elepé, aunque con el desacuerdo de algunos.