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JERUSALÉN

Paro masivo en la víspera del «Día de la Ira» por los presos palestinos

Los establecimientos e instituciones públicas de Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este secundaron ayer masivamente un paro nacional, sin precedentes en los últimos años, en apoyo a los presos palestinos en huelga de hambre. Se ha convocado para hoy el «Día de la Ira».

Incluso el movimiento Al-Fatah ha llamado a tomar parte en las movilizaciones de hoy en toda Cisjordania. «La huelga ha sido un éxito y afecta a Israel», dijo a Efe Isa Qaraqe, presidente de la Comisión de Asuntos para los Prisioneros y Exprisioneros, durante una concurrida marcha en Ramallah que recorrió la distancia entre las plazas Yaser Arafat y Al-Manara.

Ayer la mayoría de las tiendas, bancos, fábricas, colegios y universidades de los territorios palestinos ocupados echaron el cierre, acción que tuvo un inusual seguimiento en Jerusalén Este, incluida la Ciudad Vieja, donde no siempre son secundadas este tipo de convocatorias. El transporte público también paró y se redujeron las rutas que conectan los territorios ocupados y Jerusalén.

Decenas de personas levantaron tiendas de campaña en apoyo a los prisioneros en Jericó, Ramallah, Hebrón y Gaza, y cientos de simpatizantes iniciaron en el enclave costero una huelga de hambre simbólica de un día, en el que solo tomarán agua y sal, como los prisioneros. «La huelga aumentará el número de gente en solidaridad con los prisioneros, pero desde el lado oficial no ha cumplido sus objetivos», dijo Jaled Saquer, empleado de 49 años.

Durante la mañana se registraron enfrentamientos con las fuerzas israelíes en el campo de refugiados de Yazalon, en el puesto de control de Qalandia, que une Jerusalén con Cisjordania, y cerca de cruce de Beit El, en territorio cisjordano.

«Este tipo de protestas es la única manera de animar a la gente a participar y hacer que afecte a todos los lados, que dañe a la economía israelí, como Israel afecta a la nuestra», dijo Abu Sharif, funcionario público.

«Los palestinos están hoy unidos y en la buena dirección hacia un solo frente contra la ocupación», manifestó Qadura Fares, presidente del Club de Prisioneros palestinos.

El exdirigente de Al-Fatah en Cisjordania, Marwan Barghouti, condenado a cinco cadenas perpetuas en Israel, promovió esta huelga de hambre indefinida en las cárceles israelíes que comenzó el 17 de abril. Según el Servicio de Prisiones de Israel, 285 palestinos han abandonado la protesta desde entonces y 1.100 continúan en ayuno.

Un día después de su inicio, los gobernantes israelíes aislaron a Barghouti y separaron a los reos en huelga en otras prisiones o celdas, además de cancelarles la visita de familiares y abogados. Israel también suspendió la entrada del personal de la Cruz Roja, que hasta el miércoles no volvió a ser autorizado para realizar su labor sanitaria en las prisiones israelíes. «Somos conscientes de que somos el único vínculo entre los presos y el mundo exterior y lo que intentamos es recoger mensajes orales para tranquilizar a sus familiares», declaró el portavoz de este organismo, Jesús Serrano.

Desde el miércoles han visitado a más de cien reclusos en dos cárceles, incluidos los huelguistas. Aumentarán el número de visitas a los presos en huelga en los próximos días.

La ANP e Israel dejan Gaza sin electricidad

La Autoridad Palestina (ANP) notificó ayer a Israel que dejará de pagar la electricidad que la potencia ocupante suministra a la Franja de Gaza, controlada por Hamas desde 2007, de forma inmediata, según Tel Aviv.

El Gobierno que lidera Mahmud Abbas ha informado al coordinador de actividades gubernamentales en los Territorios Ocupados, el general Yoav Mordechai, de que suspenderá de forma inmediata los pagos, según el diario “Haaretz”. Israel suministra electricidad a Gaza a través de diez líneas de transmisión que llevan 125 megavatios, lo que supone el 30% de la electricidad necesaria en la Franja, por algo más de 10 millones de euros al mes. El Gobierno israelí deduce esta cantidad de los impuestos que recaba en nombre de la ANP. Según “Haaretz”, la ANP se gasta unos 13 millones de euros, incluidos impuestos, en la compra del combustible necesario para hacer funcionar la única central eléctrica de Gaza. La central no funciona desde junio de 2016.

La decisión de la ANP supone un paso más en su confrontación con Hamas.

La ONU expresa su preocupación y moviliza 500.000 dólares para combustible de emergencia para hospitales.GARA