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Ataques esporádicos en las recién creadas áreas de distensión en Siria

En las primeras horas tras la aplicación del acuerdo que incluye la creación de varias «zonas de distensión» en Siria, el Ejército llevó a cabo bombardeos aéreos, sobre todo en la provincia de Hama, y se produjeron combates esporádicos entre rebeldes y las fuerzas de Damasco, si bien disminuyó la intensidad de los enfrentamientos.

La violencia disminuyó ayer en varias provincias de Siria en el inicio de la aplicación del acuerdo alcanzado entre Rusia, Irán y Turquía el pasado jueves. El memorándum que firmaron prevé la creación de cuatro «zonas de distensión» en Siria, que incluyen una vigilancia por parte de fuerzas de los países garantes.

El texto, sin embargo, no prevé explícitamente si los combates deben concluir inmediatamente y ni el régimen sirio ni los rebeldes anunciaron un cese de las hostilidades.

Unas horas después del inicio del proceso, se produjeron algunos combates y bombardeos esporádicos, si bien con mucha menos intensidad que lo que venía siendo habitual.

«Salvo algunos combates y bombardeos durante la noche y esta mañana (del sábado) en las provincias de Hama, Damasco (centro) y Alepo (norte), la violencia disminuyó notablemente en los sectores concernidos por el acuerdo», indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Según el OSDH, el Ejército sirio bombardeó zonas rebeldes de la provincia de Hama y los dos bandos libraron enfrentamientos durante la noche en esa región. El Ejército bombardeó también barrios rebeldes de Damasco ayer por la mañana.

«La tregua se cumple en general, sin embargo en algunos territorios se detectan ciertos enfrentamientos», confirmó el mando ruso de operaciones.

La oposición siria advirtió el viernes «de su preocupación sobre la ambigüedad» de este acuerdo, que, a su juicio, «no ofrece todas las garantías necesarias y no cuenta con mecanismos de verificación». Además de la instauración de una tregua duradera, el acuerdo, –fruto de las negociaciones en Astaná, que se desarrollan en paralelo a las conversaciones de Ginebra auspiciadas por la ONU–, pretende mejorar la situación humanitaria y crear las «condiciones para hacer avanzar el proceso político».

«Zonas de seguridad»

Las «zonas de distensión» se transformarán en «zonas de seguridad», con puestos de control y centros de supervisión gestionados conjuntamente por «las fuerzas de los países garantes» y posiblemente «otras partes». En estas zonas, las fuerzas gubernamentales y los grupos insurgentes deberán dejar de usar cualquier tipo de armamento, incluido la aviación. La aviación rusa dejó de intervenir en ellas el pasado 1 de mayo.

El texto excluye a los «grupos terroristas», que los países garantes consideran al Estado Islámico (ISIS), el Frente Al Nosra (antiguo nombre para designar al actual Frente Fatah al Sham) y «todos los grupos, entidades e individuos afiliados».

Así, se crean zonas de distensión en la provincia de Idleb (noroeste), controlada por una coalición de rebeldes islamistas y yihadistas, como el Frente Fatah al Sham, y sectores de las de Lataquia, Hama y Alepo. En el centro del país, habrá también una zona en la provincia de Homs. Otro sector de seguridad se establecerá en Ghuta oriental, bastión rebelde en la gran periferia de Damasco.

Y en el sur, estarán incluidas una parte de las provincias de Deraa y Quneitra, controladas mayoritariamente por los rebeldes. Según un alto responsable del Estado Mayor ruso, hay 2,67 millones de civiles y 41.500 rebeldes concernidos.

El ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, y el secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, discutieron ayer por teléfono esta iniciativa.

Los kurdos ven riesgo de partición sectaria

La Unión Democrática Kurda (PYD) rechazó la propuesta de crear varias zonas seguras en Siria y aseguró que la propuesta planteada por Rusia y apoyada por Turquía e Irán implica la «partición sectaria» del país. Un portavoz de la PYD, Ibrahim Ibrahim, alertó de que el plan implica «dividir a Siria sobre una base sectaria», lo que ha considerado un crimen. Asimismo, advirtió de que esta iniciativa pone en riesgo la autonomía de las zonas kurdas del norte, donde la PYD y su milicia, las Unidades de protección Popular (YPG), han ganado presencia. Ibrahim teme que los países involucrados en el acuerdo invadan dicha zonas.

Estos grupos buscan consolidar un nuevo sistema federal en la parte septentrional de Siria, un modelo que plantean como solución para todo el país. Este auge preocupa especialmente a Turquía, que combate a las YPG y al PYD y las considera «organizaciones terroristas», mientras EEUU refuerza con bombardeos aéreos la ofensiva contra el ISIS de las milicias kurdas. GARA