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Pakistán afirma haber matado a medio centenar de militares afganos

Pakistán afirmó ayer haber matado a más de medio centenar de militares afganos en respuesta a un ataque previo en la frontera. Sin embargo, el Gobierno afgano negó la muerte de los soldados y calificó la versión paquistaní sobre los enfrentamientos de «muy falsa».

Las autoridades paquistaníes afirmaron ayer haber matado a más de 50 militares afganos en combates en la frontera en los que más de un centenar resultaron heridos. Según Islamabad, se trató de una acción de represalia de las fuerzas paquistaníes después de que fueran lanzados varios proyectiles desde el lado afgano de la frontera sin que mediara provocación alguna.

«Lamentamos informar de esto, pero los comandantes afganos son los responsables», afirmó el inspector general del Cuerpo de Fronteras de Baluchistán, el general Nadeem Ahmed.

Ahmed añadió que los bombardeos afganos habían causado más de diez muertos en Afganistán, incluida una mujer embarazada, y más de 40 heridos, entre ellos miembros de un equipo paquistaní de trabajadores del censo.

El general explicó que el censo en Killi Luqman y Killi Jahangir, región de Chaman, llevaba en marcha cuatro días cuando el 29 de abril efectivos afganos comenzaron a dificultar el proceso y, pese a negociar su continuidad, «abusaron de nuestra actitud positiva». «Las fuerzas afganas entraron en los pueblos del lado paquistaní de la frontera y utilizaron a los vecinos como escudos humanos para lanzar ataques», señaló.

Ahmed aseguró que el pasado 4 de mayo el Cuerpo de Fronteras comenzó la operación para recuperar estas zonas y que cuando las fuerzas afganas se percataron del avance paquistaní, empezaron a disparar.

En cambio el Gobierno de Afganistán rechazó que hubieran muerto 50 de sus soldados en el enfrentamiento. El director del Centro Gubernamental de Información y Prensa afgano, Sediq Sediqqi calificó de «muy falsa» la versión paquistaní.

De acuerdo con la versión ofrecida por el Gobierno de la provincia afgana de Kandahar, en la que estaban apostadas las fuerzas involucradas en el enfrentamiento, dos militares y un civil murieron y otras 25 personas resultaron heridas en el lado afgano de la frontera.

Las autoridades afganas no reconocen los 2.500 kilómetros de frontera que separa ambos países y que los habitantes de la zona ignoraban habitualmente hasta que comenzó a ser vallada por Islamabad en algunos tramos.

Afganistán denunció en marzo incursiones y bombardeos paquistaníes en su territorio, después de que Pakistán decidiese cerrar la frontera tras un ataque contra un templo en el sur del país que ocasionó 88 muertos. La frontera permaneció cerrada más de un mes, lo que provocó pérdidas millonarias a empresarios afganos además de haber dejado aisladas a personas a las que sorprendió el cierre a uno y otro lado de la línea divisoria.