El Gobierno venezolano celebró ayer una reunión con varios partidos opositores para debatir sobre la Asamblea Nacional Constituyente propuesta por el presidente, Nicolás Maduro, pero sin la presencia de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que calificó la iniciativa de fraudulenta y volvió a intentar marchar hasta el centro de Caracas para mostrar el Ejecutivo su rechazo a participar en ese proceso. Las fuerzas de seguridad volvieron a impedirlo.

El jefe de la comisión presidencial para la Constituyente, el ministro de Educación, Elías Jaua, aseguró que 17 partidos asistieron a la reunión en el palacio presidencial de Miraflores y que las puertas seguirán abiertas para quienes quieran ir a escuchar los argumen- tos del Ejecutivo, llamamiento dirigido a la MUD. Afirmó que los partidos serán escuchados por el Gobierno y podrán hacer aportaciones y críticas «para nutrir el debate» y lograr la estabilidad política y social.

Bajo el lema «El pueblo dice no a la dictadura», la MUD salió a las calles para exponer a Jaua su decisión de no participar. Los dirigentes de la MUD, que descartaron asistir a la reunión en Miraflores, querían entregar una carta a Jaua en su despacho. Tampoco ayer lograron llegar al centro de Caracas, lo que fue impedido por un dispositivo policial que utilizó gases lacrimógenos.

«Mantenerse en las calles es la única manera de salir de esta cuerda de comunistas, porque queremos vivir en democracia. La Constituyente es una payasada, están evitando a las elecciones para quedarse en el poder», dijo a AFP Jorge González, arquitecto de 63 años.