El canciller austríaco, Christian Kern (SPÖ), instó ayer a sus socios de coalición a mantener con vida al Gobierno después de que el vicecanciller y líder del Partido del Pueblo (OVP), Reinhold Mitterlehner, dimitiese debido a las diferencias internas en el Gobierno, haciendo planear la perspectiva de elecciones anticipadas. La celebración de nuevos comicios daría al ultraderechista Partido de la Libertad (FPO) la oportunidad de entrar en el Ejecutivo nacional.

Los sondeos le sitúan en primer lugar, con el 30% de los votos, seguido de cerca en segunda posición por los Social Demócratas (SPO) de Kern.

Kern reconoció que en los últimos meses el bipartito ha vivido «altos y bajos» y «muchas peleas», aunque también dijo que «se han logrado muchas cosas» y pidió que el Gobierno siga funcionando hasta el final de la legislatura, en otoño de 2018.

Críticas al canciller Kern

La renuncia de Mitterlehner como vicecanciller y ministro de Economía será efectiva el 15 de mayo. Su plan de abandonar también la jefatura del OVP ha aumentado la presión sobre el ministro de Exteriores, Sebastian Kurz, para que asuma las riendas del partido.

El ministro del Interior, Wolfgang Sobotka, un halcón del OVP, acusó esta semana a Kern en una entrevista de ser «un fracaso como canciller», provocando que los ministros del SPO se volvieran en contra de Kurz.