Al menos 141 personas murieron el jueves en un ataque contra una base militar en el sur de Libia. La mayor parte eran soldados leales al mariscal Jalifa Haftar. Según fuentes militares, la Tercera Fuerza, un potente grupo armado procedente de Misrata y oficialmente leal al denominado Gobierno de Unidad Nacional (GNA), llevó a cabo un ataque contra la base aérea de Brak al-Shati, controlada por el Ejército Nacional Libio (ENL) de Haftar.

Fuentes del ENL informaron de la muerte de 141 personas, además de la desaparición de varias más, al ser atacadas cuando volvían de un desfile militar en el este del país. «La mayor parte de ellos no estaban armados. Fueron ejecutados», aseguró el portavoz del ENL, Ahmad al-Mesmari. Entre las víctimas figuran también civiles que trabajaban en la base.

El emisario de la ONU para Libia, Martin Kobler, afirmó estar «indignado por informaciones sobre un número importante de muertos, incluidos civiles, así como informes según los cuales habrían podido tener lugar ejecuciones sumarias». El GNA, por su parte, creó una comisión de investigación y suspendió al ministro de Defensa, Al-Mahdi al-Bargahti, y al comandante de la Tercera Fuerza, hasta que sean identificados los responsables del ataque. Tanto el GNA como el Ministerio de Defensa condenaron el ataque y afirmaron no haber dado una orden para llevarlo a cabo.

La base de Brak al-Shati está situada a 650 kilómetros al sur de Trípoli, en una región desértica donde el Estado está prácticamente ausente desde la caída de Gadafi en 2011.

El mariscal Haftar, que controla gran parte del este y del sur de Libia, está apoyado por el Parlamento con base en Tobruk, hostil también al GNA. Desde principios de abril, fuerzas leales a Haftar habían atacado la base de Tamenhant, controlada por la Tercera Fuerza, a unos 50 kilómetros de la base atacada ayer. Pero a comienzos de mayo, ambas partes llegaron a un acuerdo para detener la escalada militar.