Amparo LASHERAS
Periodista

Errekaleor, un éxito molesto

El jueves, Errekaleor fue escenario de una actuación que bien se podría calificar de canallada, una palabra que el diccionario atribuye a un hecho indigno y ruin y tiene como sinónimo truhanería, acción propia de truhanes, nombre que se da a gente sin vergüenza que vive de engaños y estafas, es decir Iberdrola, la compañía eléctrica que engaña y precariza hasta la pobreza a millones de familias. Pues bien, este grupo tan poco recomendable decidió cortar el suministro eléctrico y sumir al barrio en la oscuridad. Para ello contó con la dura intervención de la Ertzaintza y el visto bueno del Ayuntamiento de Gasteiz que, enseguida, anunció, por temas de seguridad, un inminente desalojo. Y es que Errekaleor, en su día un barrio obrero y combativo, víctima de proyectos urbanísticos de alto standing, abandonados a causa de la burbuja del 2008, es hoy un lugar recuperado y autogestionado por los 150 vecinos que, en 2013, comenzaron a okupar y rehabilitar las viviendas vacías y los espacios comunitarios. Errekaleor, como alternativa popular, resulta un éxito molesto, un resquicio de libertad imperdonable para el sistema que representa Iberdrola y la gestión neoliberal del PNV. Apelar a la seguridad de los vecinos para derribar Errekaleor no es la razón última, señor alcalde, es la excusa que usted y sus jefes necesitan para ocultar otros intereses.