El Gobierno del PP aprobó ayer el real decreto que amplía en tres años el plazo de constitución del fondo de reserva de las fundaciones bancarias que controlen entidades de crédito, lo que prácticamente solo afecta a Kutxabank. Tal como explicó el Ministerio de Economía, se pasará de los cinco años actuales, prorrogables dos más mediante autorización del Banco de España (BdE), hasta ocho años, ahora ampliables en uno más.

Teniendo en cuenta que los plazos cuentan desde que entró en vigor la circular del BdE de junio de 2015, esto se traduce en un plazo máximo hasta 2024.

Hasta que el fondo de reserva alcance el importe objetivo, Kutxabank deberá destinar al mismo el 30% de los dividendos cobrados, y no el 50% fijado con anterioridad. El origen de este fondo está en la ley que establece que las antiguas cajas de ahorro –ahora fundaciones bancarias– tienen que tener una participación minoritaria en las entidades financieras, en línea con la exigencia europea de que las cajas no controlen bancos.

Para las fundaciones bancarias que tengan una participación de más del 50% en un banco, la ley obliga a crear un fondo de reserva. Esto afecta directamente a BBK, puesto que es propietaria del 57% de Kutxabank, mientras que Kutxa tiene el 32% y Vital, el 11%. Este fondo supone una garantía de la capitalización del banco y permitirá a Kutxabank seguir sin salir a bolsa.

En dinero, el fondo de reserva estaba calculado en unos 235 millones en el caso de BBK, que tenía cinco años –hasta 2020– para la constitución del fondo. La agencia Efe calculó que, aproximadamente, el alargamiento de los plazos supone que BBK tendrá que aportar unos 30 millones anuales al fondo en vez de los 47 previstos hasta ahora.