R.S.
IRUÑEA
TRAS LA REUNIÓN DE LA SERNA-AYERDI

EH Bildu, Podemos e I-E no facilitarán dinero para el TAV relanzado en Madrid

La letra pequeña del nuevo convenio de alta velocidad ofrecido por Madrid a Nafarroa emula la fórmula validada en 2010 por Miguel Sanz: un corredor de TAV, aún más caro que el anterior (1.000 millones de euros ante 675), en que Nafarroa volvería a adelantar el dinero y asumir el crédito. Geroa Bai se queda solo defendiéndolo en el cuatripartito.

Las buenas palabras del ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, y la complacencia del vicepresidente económico navarro, Manu Ayerdi, tras la reunión de anteayer en Madrid sobre el TAV tenían gato encerrado. Y se desveló antes de que el documento llegara a Iruñea, al comprobarse por un lado que se pretende retomar el proyecto en su versión más cara (De la Serna habló de 1.000 millones frente a los 675 anteriores) y revelarse además que se mantiene el planteamiento de que Nafarroa anticipe el dinero de las obras y estas le sean revertidas luego por Madrid, cargando Iruñea en exclusiva con los intereses del crédito necesario. Así las cosas, el único retoque real sobre el convenio Sanz-Blanco de 2010 es el compromiso estatal de que las devoluciones se realizarían en un año en vez de en dos, aunque habría que ver si esto se cumple (hoy Madrid aún debe a Iruñea 45 millones gastados en este tramo Castejón-Iruñea desde hace cinco años hasta ahora).

Con todo, ayer quedó en evidencia que Ayerdi tendrá muy difícil, por no decir imposible, convencer a sus socios de gobierno, claramente opuestos al proyecto y más aún a esta oferta de convenio. EH Bildu o I-E explicitaron que no validarán partidas presupuestarias para ello.

Adolfo Araiz (EH Bildu) fue tajante al asegurar que lo que se trajo Ayerdi de Madrid «es lo mismo» de antes, «pero en edición aumentada y corregida». Destacó que si se aceptara ese convenio Nafarroa tendría que destinar en los ejercicios presupuestarios de 2018 y 2019 nada menos que 220 millones de euros al TAV y tragarse en exclusiva 18-20 millones de euros de intereses: «Una barbaridad».

Mostró Araiz su temor de que «Navarra nuevamente haga el trabajo sucio al Estado». Y matizó que teóricamente los dos gobiernos podrían ponerse de acuerdo al tratarse de un convenio que no debe aprobarse en el Parlamento. Otra cosa sería qué ocurre luego con unas partidas presupuestarias que no avalaría el bloque del cambio y la repercusión política de todo ello.

Igualmente contundente fue Marisa de Simón (I-E): «Rotundamente, no», replicó a la oferta de convenio, que equiparó también con el de 2010. Y se extendió en argumentos: «No es un tren social, no es compatible con mercancías, deja en tierra a viajeros de la Zona Media, ha sido ruinoso en el Estado y se ha demostrado un nido de especulación y corrupción».

Desde Podemos, su nuevo líder, Eduardo Santos, descartó apoyar esa partida presupuestaria. Le parece «usar la autonomía fiscal para adelantar el coste de unas obras inciertas y sin que expliquen los beneficios».

Geroa Bai, UPN y PSN

El vicepresidente Ayerdi se había comprometido con sus socios a no tomar posición antes de reunirse en Iruñea con ellos, por lo que no fue muy explícito en Madrid. Pero que a Geroa Bai le gusta el plan de Fomento lo confirmó ayer el parlamentario Koldo Martínez: «Es totalmente compatible con el acuerdo programático. Veremos si podemos acercar posturas», señaló.

Quien sí estaba plenamente feliz es UPN, que ha maniobrado en Madrid, en el marco de la discusión presupuestaria, para que el Gobierno del PP volviera a insistir con este TAV parado por el cuatripartito. Para su líder, Javier Esparza, «supone una gran noticia para Navarra. De entrada, 890 millones de inversión», dijo pasando por alto el adelanto del dinero y el crédito.

El PSN animó a Ayerdi a decir sí y le añadió que «Bildu es una mala influencia».