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MANILA

El Ejército filipino insta a rendirse a los yihadistas que ocupan Marawi

El Ejército filipino instó a los milicianos yihadistas del grupo Maute que tienen ocupada la ciudad de Marawi, en el sur del país, a que se entreguen, en el octavo día de la campaña de las fuerzas de seguridad para eliminar su presencia y en la que están utilizando vehículos blindados y cohetes.

El Gobierno de Rodrigo Duterte asegura que está cerca de arrebatar la ciudad al grupo Maute, que tomó partes de la misma tras un fallido intento por parte de las fuerzas de seguridad de capturar a Isnilon Hapilon, el líder del grupo islamista Abú Sayyaf y del Estado Islámico en Filipinas.

«Pedimos a los terroristas que quedan que se entreguen mientras haya una oportunidad», declaró el portavoz del Ejército, general de brigada Restituto Padilla.

El Ejército lleva a cabo su operación casa por casa y calle por calle, con helicópteros que sobrevuelan la ciudad y entre columnas de humo por las explosiones y los disparos de armas automáticas.

El Gobierno prácticamente ha dado carta blanca a los militares en esta operación y el presidente, Rodrigo Duterte, les conminó a actuar sin preocuparse de las responsabilidades. Más de 100 personas han muerto, en su mayoría milicianos, según el balance del Ejército, pero también numerosos civiles. La mayoría de los residentes de la ciudad han huido. Entretanto, el sacerdote católico secuestrado por los milicianos junto a una docena de civiles ha pedido a Duterte que evalúe su sufrimiento y cese la operación militar. «Le pedimos su ayuda para que por favor dé lo que sus enemigos están pidiendo», rogó el religioso en un vídeo difundido por el ISIS.

«Esto es mera propaganda. El grupo Maute está usando esto para frenar nuestras operaciones de limpieza», afirmó el portavoz del Ejército, quien se mostró confiado en que los yihadistas no harán daño al sacerdote porque quieren usarlo para lograr concesiones.

Un político local, Zia Alonto Adiong, informó de que las autoridades controlan el 85% de la ciudad, pero recuperar el resto será un reto ya que incluyen densas zonas urbanas con civiles atrapados. Casi 85.000 desplazados por la operación se encuentran alojados en 38 zonas fuera de Marawi.

Según una fuente de Inteligencia filipina, entre 400 y 500 combatientes asaltaron la ciudad el martes, unos 40 de ellos llegados del extranjero.