El líder del Partido Laborista, Joseph Muscat, fue elegido primer ministro del país tras vencer en las elecciones generales anticipadas por amplia mayoría al principal partido de la oposición, el Partido Nacionalista.

«Con vuestro voto en 2017 habéis confirmado el de 2013. Habéis elegido otorgarnos vuestra confianza a pesar de que hayamos vivido una de las campañas electorales más negativas en la historia del país», dijo Muscat a sus votantes a la salida de la sede de su partido. Algunos malteses salieron a las calles a festejar la victoria de Muscat con banderas del país.

El gubernamental Partido Laborista estima haber ganado por el 55,1% de los votos y que su ventaja sobre el Partido Nacionalista ha sido de más de 35.000 sufragios, de un total de 330.000 electores que podían votar el pasado sábado.

Los comicios, que contaron con una participación del 92%, han permitido a Muscat renovar su mandato como primer ministro, a pesar de que en abril su mujer, Michelle, apareció como propietaria de una empresa fantasma en los Papeles de Panamá, escándalo por el que hay en curso una investigación judicial.

En mayo la red de medios European Investigative Collaborations señaló a Malta como refugio para supuestas prácticas de fraude y elusión fiscal, un asunto sobre el que la Comisión Europea dijo que quería saber más y que, de confirmarse, sería «preocupante».

Muscat regresa al cargo con un programa para el próximo lustro cargado de promesas, entre ellas una reducción de impuestos a las rentas inferiores a 60.000 euros al año y un aumento en las pensiones de hasta ocho euros más por semana.