«¡Quémalo!», «¡Maldito!», grita una turba mientras patea en el suelo a un presunto asaltante. Un hombre de unos 35 años, quien supuestamente intentó robar a una mujer con una pistola en un concurrido sector de Caracas, fue atrapado por otros viandantes. En cuestión de minutos lo desnudaron mientras una veintena de personas le propinaba patadas en la cara pese a estar inconsciente en el suelo. La Policía trató de detener a los autores del linchamiento, un fenómeno que ha aumentado en las últimas semanas en Venezuela, en un contexto de continuas protestas de la oposición.

Entre enero y mayo, 60 personas murieron linchadas y otras 36 sobrevivieron a esos ataques; mientras que en 2016 hubo 126 fallecidos, frente a 20 de 2015, según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS). Según datos de la Fiscalía, en 2016 Venezuela tuvo una tasa de homicidios de 70,1 por cada 100.000 habitantes, nueve veces la media mundial.

Y cada vez los linchamientos son más crueles. En abril, un hombre fue prendido en llamas en Valencia (norte); en mayo, un supuesto ladrón fue sacado de su casa por una turba que le cortó tres dedos de una mano y lo mató. «El objetivo es asesinarlo antes de que llegue la Policía», declaró a AFP el coordinador del OVCS, Marco Ponce.

Por otra parte, el Ministerio Público informó ayer de la muerte el jueves de un estudiante de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) en el estado occidental de Táchira quien, según los primeros indicios, recibió un disparo en el rostro en una manifestación de la oposición.

El presidente venezolano hizo un llamamiento a la población a mantener «la calma, la mayor prudencia y la mayor tranquilidad para evitar sucesos violentos, inclusive con grupos de guarimberos, para que no se repitan los sucesos del Zulia». «Lo digo desde mi corazón, dos víctimas: el joven que debería estar tranquilo incorporado a sus labores de estudios que les garantiza la patria, y el transportista que, pese a la confusión, a la violencia, a las circunstancias y sus responsabilidades generales, también es una víctima», dijo en alusión al conductor del camión que arrolló al joven.

En el plano político, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha pedido a su secretario de Estado, Rex Tillerson, que presione a los países vecinos de la región para que la 47 Asamblea de la OEA aborde la situación en Venezuela de cara a imponer más sanciones.