Soledad GALIANA
LONDRES
Acuerdo de gobernabilidad en londres

May se asegura el apoyo unionista por mil millones de libras

Los conservadores han prometido mil millones de libras a los unionistas del DUP a cambio de su apoyo en Londres, lo que garantizará al Gobierno de May una mayoría de 13 votos, siempre y cuando unionistas y republicanos consigan formar Gobierno en Belfast. El dinero se destinaría a infraestructuras viarias y digitales, hospitales y escuelas.

Mil millones de libras esterlinas le costará a las arcas británicas la formación y estabilidad del nuevo Gobierno de Theresa May. Ese es el valor que los unionistas del DUP han puesto a la supervivencia de May y a su apoyo al Ejecutivo conservador en Londres durante los próximos dos años.

Los términos del pacto, que garantiza el voto a favor del programa de Gobierno de los tories tal y como fue presentado por la reina inglesa, Isabel II, el pasado miércoles, garantiza la estabilidad de las pensiones y los subsidios energéticos para las rentas más bajas durante los inviernos.

El DUP se apresuró a aclarar que ese dinero se invertirá en infraestructuras, hospitales, escuelas y carreteras en el norte de Irlanda, mientras que desde Londres se apunta a que ese presupuesto extra dependerá de quién gobierne en Belfast, donde siguen las negociaciones para la formación del Ejecutivo, seis meses después de su colapso debido a la falta de transparencia en la financiación del programa de energías renovables por parte del DUP, y a tan solo tres días de la fecha límite para conseguir un acuerdo.

El documento, de tres páginas, garantiza la permanencia de May en el poder por un plazo de dos años, y a todos los partidos en la oposición en Londres y en el norte de Irlanda les preocupa el precio a pagar por ese apoyo. Desde Inglaterra, Gales y Escocia se denuncia la desigualdad presupuestaria que introduce el pacto. Sinn Féin ha señalado que el acuerdo entre unionistas y conservadores garantiza la continuidad de las políticas de austeridad desde Londres, y alerta de que aunque los fondos son una buena noticia, es necesario garantizar que las malas prácticas de los ministros del DUP no se repiten.

Valores compartidos

Ante su residencia oficial, el 10 de Downing Street, May afirmó que ambos partidos «comparten muchos valores como ver la prosperidad en Reino Unido, el valor de la unión y el importante vínculo entre las diferentes partes del Reino Unido», en un esfuerzo de restar importancia a las críticas que ha levantado incluso entre los propios conservadores el acuerdo con un partido, como el DUP, que defiende políticas sexistas, homófobas y discriminatorias.

La líder del DUP, Arlene Foster, por su parte, señaló que el acuerdo no es solo beneficioso para el norte de Irlanda, sino para el resto de Reino Unido, aunque la reacción desde Escocia y Gales, que han sufrido políticas de recortes que han hecho de la austeridad una realidad habitual en sus presupuestos, no ha sido de agradecimiento.

El primer ministro de Gales, Carwyn Jones, dijo que el pacto es «inaceptable» y «un arreglo a corto plazo que tendrá consecuencias desestabilizadoras a largo plazo». Tras una reunión con el delegado del Gobierno de Londres, Alun Cairns, los describió como «un torniquete para mantener a la primera ministra y un Gobierno vacilante».

«Es escandaloso que la primera ministra crea que puede asegurar su propio futuro político tirando dinero a Irlanda del Norte mientras ignora por completo al resto de Reino Unido», acusó Jones, quién también criticó al DUP por dar una carta blanca a la Administración May «para legislar el Brexit como le dé la gana».

 

Un cheque en blanco contra el proceso de paz irlandés

Sinn Féin advirtió de que el pacto entre unionistas y tories tiene un precio oculto que podría impactar negativamente en el proceso de paz, y denunció que el DUP ha otorgado un cheque en blanco al Gobierno de Theresa May para negociar un Brexit perjudicial para el norte de Irlanda.

El partido republicano irlandés apunta que los mil millones de libras servirán para aliviar la presión de los servicios públicos, pero el problema es «la letra pequeña». Le preocupa la imposición de Londres de que esta nueva partida solo llegará al norte de Irlanda de la mano de la re-edición del Ejecutivo de Belfast, que se colapsó a principios de este año precisamente por la mala gestión unionista de los fondos dedicados a un programa de energías renovables.

El plazo para la formación del Gobierno de Belfast se cierra esta semana y «el DUP tiene trabajo por hacer y poco tiempo para hacerlo», advirtió el presidente de Sinn Féin, Gerry Adams.S.G.