Joseba VIVANCO
EUSKAL HERRIKO TXAPELKETA

Epílogo amargo para un Trofeo que sí tendrá continuidad

Ni el colegiado ni algunos futbolistas estuvieron a la altura de una fiesta del fútbol vasco detrás de la cual había una ardua labor de organización.

«Vergonzoso lo de hoy, ni @ehkirola ni Irujo se merecen esto. Espero que siga el proyecto y podamos ganar la txapela el año que viene». Era el mensaje que en su cuenta de Twitter colgaba Mikel San José horas después del bochornoso colofón a la final de la Euskal Herriko Txapelketa, una situación sonrojante en la que todas las miradas recaen en el colegiado de turno, Palencia Caballero (Segunda B) pero en la que los futbolistas, o algunos futbolistas, tendrán que hacer su propia reflexión, como la que ayer asumía uno de los alavesistas expulsados, Alexis Ruano, reconociendo estar «arrepentido» por su conducta hacia el árbitro y detonante de que luego el choque no llegara al minuto 90, no hubiera penaltis tras el empate en el marcador y nadie se alzara con esta primera txapela que se quedó sin entregar el excampeón pelotazale Martínez de Irujo.

La organización, Euskal Herria Kirola, hizo lo imposible para convencer al trencilla de que retomara su silbato y diera por finalizado un duelo oficioso pero oficial en la entrega y disputa, y es que la suspensión en el minuto 89 dejó a los promotores, equipos y público helados. «El colegiado es la autoridad en el campo y quien decide quién sigue en él y quién no. Sin árbitro no hay juego», dejaban claro los organizadores tras el encuentro, que no pueden ocultar su desazón por lo sucedido, máxime cuando detrás de este trofeo ha habido un arduo trabajo previo y lo que llevaba camino de acabar en una fiesta del fútbol vasco, derivó en un epílogo que, eso sí, en ningún caso empaña lo vivido ni el futuro de esta iniciativa que tendrá continuidad.

«Por desgracia, la txapela ha quedado sin dueño. En la temporada que comienza la semana que viene tendremos a cuatro equipos vascos disputando la Primera División. Otra vez viviremos el ambiente de los derbis y estos volverán a puntuar para una nueva clasificación. De esta manera volveremos a tener dos finalistas el año que viene. Ojalá Juan Martínez de Irujo pueda vestirle la Txapela al campeón el año que viene», sostienen en Euskal Herria Kirola, que agradecen a los asistentes a Lasesarre, unos 2.500, su presencia, así como a ambos clubes.

Respecto al partido en sí y lo acontencido al final, reiteran que «a pocos días de que comience la Liga, se ha parecido mucho a un encuentro liguero, ha habido goles, jugadas bonitas y, aunque en algún momento los nervios han aflorado más de lo debido, no ha pasado nada que no suela suceder en un partido de estas características».

Resulta llamativo que tras el abandono del trío arbitral, y a escasos minutos de la trifulca anterior por una irresponsable entrada de Romero a Saborit, los jugadores de ambos equipos se despidieran desde el campo entre abrazos y saludos. Un final lógico, como ilógico fue el comportamiento del albiazul Alexis Ruano tras ser expulsado y rozar con su mano la cara del árbitro, las exacerbadas protestas de algunos jugadores durante el duelo o esa entrada con los dos pies y a hacer daño de Romero.

Hubo jugadores que reconocieron que en partidos de pretemporada la falta de sanciones les lleva a comportamientos como las de ayer. En este caso, el colegiado estuvo a punto de dejar el campo tras la falta de respeto de Alexis en el minuto 70, le convencieron de lo contrario, pero esa decisión todo apunta a que le ‘persiguió’ como una losa el resto del choque y esa última tangana precipitó su espantada. Mal el árbitro, mal algunos futbolistas, un borrón que no empaña esta plausible iniciativa.

Alexis pide perdón al árbitro y a las aficiones y reconoce que se comportó mal

Alexis Ruano publicó ayer un mensaje en el que «quiero pedir disculpas al arbitro, y a los aficionados del Alavés, del Athletic y del fútbol en general». El jugador añade que «me arrepiento. No voy a buscar excusas. Nunca lo he hecho. Está mal y mi deseo es reconocerlo.

Lo que iba a ser una fiesta antes de empezar la temporada, acabó siendo un trago de mal gusto para todos los amantes de este deporte. Nosotros al final tenemos que ser un ejemplo y en eso me comprometo en el futuro», fueron sus palabras de arrepentimiento.

J.V.