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Washington

Criticado por su tibieza ante el ataque de Charlottesville, Trump condena ahora el racismo, el KKK y los neonazis

Donald Trump, criticado por su tibia reacción al ataque racista del sábado en Charlottesville, (Virgina) condenó enfáticamente ayer el racismo, tildando de «repugnantes» a los grupos neonazis y al Ku Klux Klan (KKK). «El racismo es el mal. Y los que causan violencia en su nombre son criminales y matones, incluyendo el KKK, los neonazis, los supremacistas blancos y otros grupos de odio que son repugnantes», afirmó el presidente, dos días después del ataque.

Heather Heyer, de 32 años, murió cuando un neonazi, James Field, intencionalmente embistió con su vehículo a una multitud que se oponía a una marcha de supremacistas blancos, entre los que había miembros del KKK. Acusado por demócratas y republicanos de indulgencia hacia la extrema derecha, Trump prometió que «se hará justicia». Hasta ahora, no había condenado directamente a los militantes de extrema derecha por los hechos de Charlottesville, algunos de los cuales llevaban gorros o camisetas con la imagen del magnate y que habían agradecido que no los condenara explícitamente. El mandatario, que durante la campaña electoral recibió apoyo de prominentes racistas, se había limitado a culpar a «ambas partes» Field sigue arrestado después de que un juez le negara libertad bajo fianza y enfrenta cargos de asesinato en segundo grado. El FBI y fiscales federales han abierto una investigación de derechos civiles. El fiscal general, Jeff Sessions, afirmó que el ataque «entra en la definición de terrorismo interno en nuestro estatuto».