Joseba VIVANCO

Mismos jugadores, idénticos objetivos, renovadas ilusiones

Mismo equipo, renovadas ilusiones. El presidente Josu Urrutia apostó por una transición tranquila en el banquillo y estilo de juego rojiblanco y Kuko Ziganda era su relevo natural, no el perfil deseado por la dirección deportiva, pero sí por el mandamás del club. Pero por si la apuesta sale mal, la llegada de Gaizka Garitano al filial es el as en la manga del de Lekeitio como hasta ahora lo venía siendo el navarro. Ziganda llega con toda la energía y ganas del mundo, esas mismas que transmite en cada entrenamiento, que resaltan sus jugadores y que quiere ser además de su sello particular el sentir que interiorice una plantilla necesitada seguramente de alicientes. Estímulos que no han llegado en forma de fichajes lo que siembra las dudas sobre un vestuario apenas reforzado para encarar no solo tres competiciones que ya está acostumbrado a enfrentar sino una temporada tan larga con dos previas europeas.

Ziganda ha sido el fichaje del Athletic para esta campaña. Porque más allá de las lógicas apariciones de algunos canteranos en la pretemporada, solo la presencia del repescado Mikel Vesga es segura. Veremos todavía qué pasa con Ager Aketxe, como están en duda la continuidad de los jóvenes Córdoba y Unai Núñez, con gente con muchos más galones por delante. Otro tanto sucede con Sola y Villalibre, en pugna por ser el tercer delantero centro ya que Ziganda ha dejado claro que Williams es el recambio de Aduriz cuando el donostiarra no juegue.

La titularidad de Vesga

Los navarros Álex Berenguer y Mikel Merino eran los llamados a reforzar el fondo de armario, pero ninguno ha llegado y eso que el segundo era un fichaje prioritario para la dirección deportiva del club. El Athletic no lo quiso cedido sino en propiedad y ahí acabó todo. Dos años ya sin fichar dice mucho de las dificultades que se le avecinan al club en el mercado futuro, con lo que tocará apostar más que nunca por la cantera. Kepa y Yeray son los últimos frutos.

Con estas carencias y dudas, el Athletic encara otra dura campaña con el objetivo de seguir siendo ese equipo agresivo, protagonista y ofensivo que en muchos momentos dejó de serlo la temporada pasada. Encomendados al olfato de Aduriz, confiados en el plus que da Raúl García, necesitados de una buena y regular campaña de Muniain, el mejor Williams o una necesaria solidez defensiva que con la ausencia obligada de Yeray hasta su regreso y puesta a punto arroja cierta desconfianza.

Poco ha cambiado a nivel de juego la llegada de Ziganda. Los propios jugadores han resaltado que lo que funcionaba con Ernesto Valverde para qué cambiarlo; en todo caso afinarlo. La principal novedad ha estado en esa titularidad de Mikel Vesga en detrimento del que parecía intocable San José. Iturraspe y Rico siguen apareciendo como siguientes alternativas. Así las cosas, la llegada del de Larraintzar tampoco ha supuesto un terremoto en el once titular y los que ya lo eran seguirán siéndolo. Todos empezaban de cero pero las cualidades individuales de cada cual son las que poco a poco se van imponiendo.

La convocatoria para hoy en Atenas ya es sintomática. Ni Kike Sola ni Villalibre, alguno de los cuales saldrá cedido sino los dos, ni tampoco los jóvenes Córdoba y Núñez. Yeray regresará y desbancará de las convocatorias a Etxeita o Bóveda, e Iturraspe se las verá con el plagado casting para acompañar a Beñat. Saborit será el comodín de Balenziaga o Laporte, mientras Lekue apretará a De Marcos.

Igual propuesta futbolística, parecidos mimbres, decidido estilo de juego con presión alta al rival y llegada por las bandas, el balón parado será una estrategia marca de la casa, sobre todo por lo mucho que al equipo le empieza a costar sacar sus partidos en San Mamés. La otra asignatura pendiente, volver a ser lo que era a domicilio. Un Athletic reconocible, sustentado no en refuerzos sino en los de siempre y una campaña en la que el nuevo técnico empieza con un entorno favorable pero sujeto como siempre al devenir de los resultados. Entrar en la fase de grupos de la Europa League y arrancar bien ante Getafe y Eibar se antojan claves para sortear las obvias incertidumbres.

Desde luego, si un equipo hay fiable en cuanto a qué propondrá sobre el césped y qué se puede esperar de su capacidad competitiva hasta el pitido final, ese es el Athletic. A las duras y a las maduras. El objetivo vuelve a ser Europa por quinto año. Pero entrenamiento a entrenamiento, que dijo Kuko Ziganda.