Ingo NIEBEL
berlín

La Luftwaffe alemana se llevará Gernika a Wunstorf, uno de sus cuarteles

El Ministerio de Defensa alemán ha confirmado que el 8 de setiembre se homenajeará a Gernika, en el 80 aniversario de la destrucción de la villa, colocando una piedra en la base aérea de Wunstorf. De ese mismo aeropuerto partieron pilotos y aviones que con la Legión Cóndor participaron en el bombardeo del 26 de abril de 1937. En su día se propuso un hermanamiento que no prosperó; ni los militares alemanes ni el Gobierno Köhl lo vieron con buenos ojos.

La confirmación por parte de la dirección política de las Fuerzas Armadas alemanas, la Bundeswehr, viene como respuesta a una pregunta que Die Linke (La Izquierda) había dirigido al Gobierno de Angela Merkel a principios de agosto. El mayor partido de la oposición quería saber qué conocía el Ejecutivo sobre el planeado homenaje a Gernika.

«El acto conjunto de la villa de Wunstorf y de la Escuadra de Transporte 62 tiene su origen en una iniciativa de la ciudad de Wunstorf», responde el secretario parlamentario de Estado, Ralf Brauksiepe, en nombre del Ministerio de Defensa, encabezado por la demócratacristiana Ursula von der Leyen. Según esta fuente, el acto conmemorativo ‘‘80 años de la destrucción de Gernika’’ lo protagonizarán por un lado el alcalde, Rolf-Axel Eberhardt (CDU), y por el otro el comandante de la LTG 62, coronel Ludger Bette. Del contexto histórico hablará la teniente Doris Lammers, a la sazón responsable de prensa de la unidad. De la oración se ocupará la capellán protestante Alexandra Dierks. Dado que el acto tiene lugar en el recinto militar, se podrá acceder solo con previa invitación. Según el Ministerio de Defensa, ha sido cursada ya a representantes locales y regionales.

Brauksiepe define Gernika como «ciudad española», pese a que la ortografía vasca del topónimo impera tanto en su respuesta como en la invitación.

Otras fuentes han confirmado a GARA que también el alcalde de Gernika, Jose María Gorroño, ha recibido una invitación, primeramente por parte de la segunda alcaldesa teniente, Birgit Mares. La miembro del partido ecologista Los Verdes acudió con una delegación al margen a los actos conmemorativos que se celebraron el 26 de abril en la villa vizcaina, sin intervenir en el programa oficial.

Wunstorf es una ciudad de 41.000 habitantes que se halla al norte de Hannover, capital del estado federal de Baja Sajonia. Desde 2014, la LTG 62 ha sustituido su viejos Transall por el nuevo Airbus A400M, esencial para las futuras operaciones militares fuera de Alemania. En su cuartel mantiene asimismo un museo de transporte aéreo en el que guarda un restaurado Junkers Ju 52 de 1939. La Legión Cóndor usó estos aviones para bombardear Gernika y demás.

Uno de los mayores críticos con este homenaje en Wunstorf es Hubert Brieden, que mantiene una larga relación con Euskal Herria en general y especialmente con Gernika. Desde hace al menos tres décadas investiga con el Círculo de Trabajo de Historia Regional Neustadt la intervención de soldados y material de Wunstorf en el bombardeo del 26 de abril y en la guerra del 36 en general. Identificaron las tripulaciones y los aviones que procedían de la escuadra Boelcke, unidad creada por el régimen nazi y bautizada con el nombre de un «héroe» muerto en la primera Guerra Mundial.

En su día Brieden y su grupo intentaron que Wunstorf se hermanara con Gernika como gesto de reconciliación. La idea no gustó ni a los militares, que no deseaban ver mezclada su tradición con el bombardeo de 1937, ni al Gobierno de Helmut Kohl (CDU), que no quería que un aeropuerto alemán de la OTAN adquiriera atención política y mediática estando todavía en plena Guerra Fría. De ahí sí se logró, con la ayuda del SPD, que la ciudad de Pforzheim se hermanara con Gernika en 1989.