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Órdago de Kim con una bomba H adaptable a un misil intercontinental

Corea del Norte probó su bomba atómica más potente hasta la fecha, un artefacto termonuclear que provocó dos seísmos y, según Pyongyang, puede instalarse en un misil intercontinental, lo que supondría un peligroso avance en sus capacidades militares. Trump amenazó a China con suspender el comercio con quien negocie con Pyongyang.

La comunidad internacional condenó ayer con firmeza el nuevo ensayo nuclear, el sexto, de Corea del Norte, que provocó dos terremotos y agravará sin duda la fuerte tensión que ya vive la península. Al frente, Donald Trump, que denunció acciones «muy hostiles y peligro- sas» para su país y alertó de que los intentos de Corea del Sur de «apaciguar» a Pyongyang no están funcionando, y dijo que su país evalúa suspender «todo el comercio» con cualquier país que haga negocios con Corea del Norte, en referencia a China.

El sexto ensayo nuclear subterráneo y segundo supuestamente realizado con un artefacto termonuclear culmina un período de frenética actividad armamentística por parte Pyongyang, tras probar más de una decena de misiles balísticos desde comienzos de año, entre ellos dos intercontinentales.

El nuevo ensayo tuvo lugar en torno a 03.30 GMT. Los institutos sismológicos de Seúl, Tokio y Pekín –que activó su plan de emergencia para controlar los niveles de radiación en su frontera– detectaron un fuerte terremoto –de 6,3 grados de intensidad, seguido de 4,6 grados– de origen aparentemente artificial por su escasa profundidad y con epicentro en la provincia donde Corea del Norte ha realizado sus anteriores pruebas nucleares.

Horas después, medios norcoreanos anunciaban que el país había probado con «total éxito» un artefacto termonuclear «sin precedentes» que puede ser instalado en uno de sus nuevos misiles balísticos intercontinentales, y que el ensayo se realizó «dos fases».

La intensidad de la detonación detectada ayer parece indicar que se trató de un ensayo mucho más potente que los cinco anteriores, de aproximadamente 100 kilotones, lo que supone el quíntuple que el anterior test atómico norcoreano del pasado setiembre, y unas once veces superior a la detectada en enero de 2016, cuando Pyongyang afirmó haber probado otra bomba de hidrógeno. Seúl y Tokio estaban analizando los datos recogidos para determinar si se trató de una bomba H.

Los analistas dudan sobre la capacidad de Pyongyang para fabricar una bomba de hidrógeno y miniaturizarla lo suficiente como para instalarla en un misil, mientras Corea del Norte parece querer demostrar que puede alcanzar territorio de EEUU con un misil con carga nuclear.

El ensayo, en cualquier caso, vuelve a demostrar que Corea del Norte no tiene intención alguna de abandonar su programa nuclear pese a la presión sin precedentes de la comunidad internacional y a los recientes llamamientos al diálogo desde Washington y Seúl.

Hoy, Consejo de Seguridad

Japón y Corea del Sur condenaron con firmeza el ensayo y contactaron con Washington para convocar una nueva reunión de Seguridad del Consejo de Seguridad de la ONU y tratar de aislar aún más a Pyongyang.

Pekín, el principal aliado del régimen norcoreano, también expresó su «condena enérgica», mientras Moscú lo calificaba de «seria amenaza para el mundo» e insistía en la solución diplomática y dialogada. Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de China, Xi Jinping, coincidieron en que resulta imprescindi- ble «evitar el caos» y fomentar la desnuclearización.

El presidente francés, Emmanuel Macron; la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, defendieron endurecer las sanciones de la UE y pidieron una reacción rápida del Consejo de Seguridad de la ONU. La primera ministra británica, Theresa May, solicitó también un endurecimiento de las sanciones.

La UE, dispuesta a endurecer sus sanciones, lo consideró una «grave provocación» y en parecidos términos se expresaron la OSCE y la OTAN. La ONU, cuyo Consejo de Seguridad se reunirá mañana, condenó la «desestabilizadora» actitud de Pyongyang.

Irán prueba su nuevo sistema antimisiles Bavar 373

Irán probó su nuevo sistema antimisiles Bavar 373, comparable al S-300 ruso, que será entregado a las fuerzas armadas antes del fin de marzo de 2018. La televisión estatal difundió también imágenes de una base «secreta» de drones de observación y de combate, situada en medio del desierto.

Fabricado totalmente en Irán, Teherán pretende utilizarlo en paralelo al S-300 ruso.

Irán decidió construir el Bavar 373 cuando Moscú suspendió en 2010, por las sanciones, un contrato que preveía su entrega.GARA