GARA
PARÍS
REFORMA LABORAL EN EL ESTADO FRANCÉS

Una huelga y 200 manifestaciones contra «los salarios de usar y tirar»

En Nantes, Niza, Marsella o París hubo protestas ayer contra una reforma que flexibilizará el mercado laboral vía decreto el día 22. Con Macron en las Antillas, unas 400.000 personas participaron en las casi 200 manifestaciones convocadas, según la CGT. La huelga general afectó especialmente a la Administración y al tráfico ferroviario y aéreo.

El rechazo a la reforma laboral vía decreto que el Ejecutivo Macron aprobará el próximo 22 de setiembre sacó a la calle ayer a más de 400.000 personas en todo el Estado francés, según el recuento que realizó el sindicato CGT, principal convocante de la huelga general y las casi 200 manifestaciones que se celebraron a lo largo y ancho del Hexágono. La jornada era, en cierta forma, un test social al que se enfrentaba el presidente, cuya popularidad ha caído de forma notable. Las protestas, por cierto, coincidieron con Macron en las Antillas, donde tiene abierto otro frente tras su criticada gestión tras el paso del huracán Irma en las islas francesas de San Martín y San Bartolomé.

Ciudades importantes como Nantes, Lyon, Niza, Marsella y Toulouse, así como París, fueron algunos de los escenarios donde se protestó contra una reforma que «supone un ataque directo e histórico contra el código del trabajo como nunca antes habíamos visto», sostenía a France-Presse la joven Evelyne Deurilla-Feer, disfrazada como enorme caja de pañuelos de papel. «Salarios: usar y tirar», decía su lema.

Philippe Martínez, el número uno del sindicato CGT, afirmó que la respuesta popular era «la demostración del descontento confirmado por los sondeos». Según sus palabras, la reforma «otorga plenos derechos a los empleadores».

La Unión Nacional de Sindicatos Autónomos (UNSA), la organización estudiantes Unef, así como SUD se habían adherido a la convocatoria, no así el primer sindicato CFDT ni Fuerza Obrera (FO), al considerar que han obtenido concesiones en la negociación con el Ejecutivo.

En París, donde la manifestación arrancó por la tarde, se produjeron enfrentamientos entre manifestantes y agentes antidisturbios, que respondieron a las piedras con gases lacrimógenos y cañones de agua. Según informó Efe, al menos hubo tres personas detenidas y un manifestante fue evacuado al hospital al resultar herido.

Las repercusiones más reseñables a causa de la huelga general no se notaron tanto en el sector privado, sí en la Administración, en la energía y, sobre todo, en el transporte público, especialmente en el ferroviario. La compañía SNCF suprimió entre el 10% y el 50% de los trenes de largo recorrido, así como algunos regionales y de cercanías.

El tráfico aéreo también sufrió, especialmente las líneas de bajo coste como Ryanair, que anuló 110 vuelos como consecuencia de los paros de los controladores aéreos.

Una protesta paralela convocada por el sector de los feriantes causó numerosos problemas en los Campos Elíseos al bloquear esta arteria con sus camiones.