Agustín GOIKOETXEA
BILBO

Apoyo sindical a la valentía catalana frente a un Urkullu «decepcionante»

La mayoría sindical vasca reiteró ayer en una comparecencia en Bilbo su apoyo «incondicional» al referéndum catalán. La secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, dijo que respaldarlo «es apoyar la democracia, porque dar la palabra a la ciudadanía y respetar lo que digan nunca puede ser delito».

ELA, LAB, ESK, Steilas, Etxalde e Hiru convocaron para el jueves 28 de setiembre concentraciones en las cuatro capitales de Hego Euskal Herria frente a dependencias del Gobierno español y Alderdi Eder, en Donostia, avanzando que podrá haber nuevas iniciativas «por solidaridad hacia el pueblo catalán, pero también porque queremos impulsar un proceso soberanista en Euskal Herria».

«Lo que pasa en Catalunya nos incumbe, porque somos dos pueblos con realidades diferentes, pero somos parte de un estado antidemocrático», expuso Aranburu, quien ensalzó la «determinación y valentía» que están demostrando quienes defienden el referéndum frente a posturas como la del lehendakari, Iñigo Urkullu, que definió como «bastante decepcionante».

«Mientras en Catalunya se está poniendo en cuestión el régimen del 78, en Euskal Herria también va siendo hora de abrirle un nuevo frente al Estado español», defendió. La apuesta de la mayoría sindical vasca va por esta vía pero, tal y como criticó la líder de LAB, «no parece que ese sea el camino que ha elegido el Gobierno del PNV», recordando que en el debate de política general del jueves en la Cámara de Gasteiz «escuchamos al lehendakari, Iñigo Urkullu, hablar del estado confederal, a la vez que seguía defendiendo la bilateralidad».

Garbiñe Aranburu cuestionó que sea el camino. «Seguir apelando a la bilateralidad con un Estado, que está demostrando que no va a respetar el derecho a decidir, es una forma encubierta de decir que no se apuesta por un proceso soberanista, y una forma de adormecer a la sociedad en sus aspiraciones a la soberanía», denunció.

Las centrales también exigen «una posición más firme» al Gobierno navarro, «ya que nadie puede mirar para otro lado en una situación como la actual».

Recién llegado de Barcelona, donde se entrevistó la víspera con Carles Puigdemont, el secretario general de ELA incidió en que en Catalunya «la posición institucional refuerza la movilización social, y la movilización social refuerza la posición política», lo que para Txiki Muñoz «es muy importante, porque más del 85% de la gente en Catalunya desea que le dejen votar, y solo el nacionalismo español heredero del franquismo es capaz de convertirlo en delito».

Muñoz destacó que la clase política catalana, «de manera mayoritaria y democrática, ha decidido que al veto permanente del Estado a sus reclamaciones hay que hacerle frente mediante la confrontación democrática». Dijo que al lehendakari Iñigo Urkullu, que «se le nota demasiado que no está de acuerdo con el proceso catalán, no le gusta la referencia a la confrontación democrática ni a la movilización social». «No le gusta lo que pasa en Catalunya, y tampoco le gustó, porque lo dijo él mismo, el nuevo estatuto político en tiempos de Ibarretxe», subrayó el líder de ELA.

Confrontación democrática

Txiki Muñoz defendió que «el derecho a decidir del pueblo vasco y catalán solo se puede conseguir mediante la confrontación democrática, de la que el lehendakari rehuye». Aseguró que la apuesta de Sabin Etxea es el «entendimiento» con el Estado, «donde saben que el derecho a decidir del pueblo vasco no tiene cabida».

«En la ley española, la democracia catalana y vasca no entran sino que, en la ley española, entra la involución del Estado en todos los órdenes y también el orden del autogobierno», comentó en una de sus reflexiones. El secretario general de ELA subrayó que la mayoría política y social de Catalunya ha concluido que «es un tongo político aceptar el dilema que plantea el Estado español de que la ley es igual a la democracia».