Ion SALGADO
GASTEIZ
PROPUESTA DE ARIZMENDIARRIETAREN LAGUNEN ELKARTEA

Avanzar hacia un modelo inclusivo de empresa de la mano de los trabajadores

Tres miembros de Arizmendiarrietaren Lagunen Elkartea (ALE) presentaron ayer en el Parlamento de Gasteiz las bases de un modelo inclusivo-participativo vasco de empresa, que apuesta por la participación de trabajadores y trabajadoras en la gestión y prioriza la sostenibilidad del proyecto colectivo sobre los intereses de particulares.

Miguel Ángel Laspiur, Joan Manuel Sinde y José Luis Madinagoitia, integrantes de Arizmendiarrietaren Lagunen Elkartea (ALE), presentaron ayer su modelo inclusivo-participativo vasco de empresa. Un paradigma humanista en el que se garantice la participación de los trabajadores en la gestión, los resultados y la propiedad.

En su comparecencia ante la Comisión de Empleo, Políticas Sociales y Juventud del Parlamento de Gasteiz, defendieron la implantación de sistemas de gestión participativos y la corresponsabilidad en las decisiones relevantes del proyecto empresarial, lo que implicaría consultar las cuestiones importantes con la parte social.

En este sentido, apuestan por incorporar a algún representante de trabajadores y trabajadoras en los órganos de decisión y control de la empresa, «aunque de forma incompatible con la presencia en el comité». Y abogan por posibilitar el acceso colectivo a la propiedad de la empresa directamente o a través de una sociedad intermedia.

Además, planten asignar a los trabajadores accionistas parte de los beneficios –entre el 5% y el 30%– para su reinversión en la empresa a través de la citada sociedad. A su juicio, la distribución de los beneficios entre los trabajadores propietarios de la sociedad intermediaria debería realizarse de forma proporcional al salario de cada cual.

Asimismo, hicieron hincapié en la necesidad de crear un clima de confianza, mediante una política de transparencia informativa, con información regular a los trabajadores sobre las variables y políticas más importantes de la empresa, «facilitándoles información cualificada adicional sobre aspectos cualitativos de la misma».

Políticas retributivas

También hablaron sobre la posibilidad de poner en marcha políticas retributivas que no generen una gran desigualdad y favorezcan la cohesión social. Sinde señaló que una referencia útil podría ser un abanico salarial no superior al 1:6 para las pymes y recomendó que la remuneración incorpore alguna participación en los resultados «susceptible de alcanzar a la totalidad de la plantilla».

A esto se suma la propuesta de programar y desarrollar planes de formación, tanto técnica como de gestión, y de establecer sistemas periódicos de evaluación y mejora, atendiendo las necesidades de trabajadoras y trabajadores. Una referencia podría ser la realización de un estudio sistemático con una frecuencia bianual, buscando la comparación de los resultados con una muestra externa.

Los representantes de ALE también reivindicaron la igualdad de géneros, propusieron priorizar la promoción interna para asignar funciones de mayor responsabilidad y utilizar criterios objetivos de valoración del mérito a la hora seleccionar entre distintos candidatos.

Igualmente, mostraron su apoyo a las estrategias de crecimiento sostenible, en lugar de impulsar medidas dirigidas a lograr rentabilidad a corto plazo. Y defendieron el desarrollo de estímulos equilibrados para accionistas y trabajadores, «de forma que haya un objetivo conjunto de mejora». Por último, insistieron en destinar al menos la mitad de los beneficios a incrementar los fondos propios, y en aumentar la inversión en investigación y desarrollo.

Futura PNL

ALE tiene intención de presentar el borrador de una proposición no de ley (PNL) en la Cámara de Gasteiz para impulsar este modelo inclusivo-participativo. Entre los ejes que marcarán la elaboración del texto normativo, figura la elaboración de un “Plan estratégico de la participación en la empresa” y la implantación de sistemas de participación de los trabajadores en los resultados de la empresa.

La PNL surge de la necesidad de estudiar la elaboración de una ley que perfeccione la reglamentación actual y diseñe un vehículo legal propio mejor adaptado a los requerimientos de reparto de poder y de los resultados, así como crear un Registro de Empresas Participadas.

A priori, no debería haber problemas para que el Parlamento autonómico apruebe la PNL, ya que todos los grupos saludaron las medidas propuestas por la delegación de ALE. No obstante, la puesta en marcha de un modelo inclusivo-participativo no depende de la clase política, sino de las empresas. «Son los que tienen que dar los pasos más importantes», subrayó Laspiur.