GARA
DACCA

Los rohinyás que huyen a Bangladesh continúan muriendo ahogados

El balance de víctimas mortales tras el vuelco de una embarcación con refugiados rohinyás que huían de Myanmar en un río fronterizo ascendió ayer a 14. Al menos 11 de ellos eran niños. Además, varias decenas más desaparecieron en el naufragio.

El oficial de la Policía del subdistrito de Teknaf, donde se registró el hundimiento, afirmó que la embarcación volcó a causa del estado de las aguas en el río Naf. Los restos fueron trasladados a Shah Porir Dwip, localidad al sur del país.

Según testigos, entre 60 y 100 personas se encontraban a bordo de la embarcación. 13 de ellos fueron rescatados en la orilla bangladeshí y algunos podrían haber llegado a nado al lado birmano del río.

Los cuerpos de los fallecidos fueron enterrados en un cementerio lleno de hierbas bajo un sol ardiente. Junto a los enterradores, Alif Jukhar cavaba con las manos desnudas la tierra. Este rohinyá, refugiado hace tiempo en Bangladesh, tenía a 13 miembros de su familia en la embarcación y esperaba reunirse con ellos por primera vez en décadas. Poco después, hundido por el dolor, se derrumbaba en medio del cementerio gritando.

Un superviviente del naufragio, Sayed Hossain, miraba entre lágrimas a su hijo de dos años mientras era transportado al cementerio.

«No teníamos otra opción que dejar nuestro pueblo, El Ejército limitaba nuestros desplazamientos. Mucha gente estaba hambrienta porque ni siquiera podíamos ir al mercado para comprar alimentos», relataba.

El accidente es uno de los muchos que están sufriendo los rohinyás en su éxodo, y que se vuelve más peligroso en la época del monzón.

El pasado 28 de setiembre otro barco con 80 refugiados volcó en esa misma región y 17 sobrevivieron. Se pudo confirmar la muerte de otros 23 y al resto se les dio por desaparecidos.

El 6 de setiembre fueron recuperados 46 cadáveres tras otro siniestro de una embarcación en las aguas que separan Bangladesh de Myanmar, incluidos los de 19 niños, 18 mujeres y 9 hombres. Unos 509.000 rohingyás han llegado a Bangladesh huyendo del estado de Rajine, en el noreste de Myanmar, después de que una serie de ataques por parte de milicianos de esta comunidad contra puestos de seguridad birmanos desencadenaran una operación militar a gran escala que ha dejado al menos 400 muertos y decenas de aldeas quemadas.

Esta operación ha sido denunciada por la ONU como una limpieza étnica.